“El Estado Mayor Presidencial y la secretaría particular me chamaquearon, haciéndome creer que el Presidente nos iba a ver en las escolleras, sólo me dijeron mentiras y se lo llevaron en helicóptero muy al norte para que ni de lejos viera a los manifestantes. Qué poca madre del Presidente, qué indolente, qué cobarde, la sociedad civil le importó muy poco”.