Mark Zuckerberg alguna vez le dijo a la BBC que quería lograr que Facebook fuera un servicio global que conectara partes del mundo a las que otros proveedores no podían llegar. Ahora tenemos una pista de cómo podría hacerlo.
Google ha estado explorando un proyecto similar.
¿Para qué?
Pues, aunque muchos de quienes están leyendo esto en internet ya están tan acostumbrados a sus vidas “en línea”, la red global, estrictamente, aún no lo es, pues la mayoría de la humanidad no está conectada a ella, como ilustra este gráfico:
“Cuando yo empecé con Facebook, lo pude hacer porque tenía acceso a internet y a unas herramientas básicas que me dieron lo que necesitaba para crearlo para el resto del mundo”, dice Zuckemberg en un aviso publicitario de su empresa.
Él estaba en Estados Unidos, uno de los países desarrollados, y la brecha entre estos y los que aún no lo son, en términos de penetración de internet, es profunda. Este es el panorama:
Y no hay una solución sencilla: el método que Europa y América del Norte usaron para desplegar la banda ancha sencillamente no es una opción en muchas partes del mundo.
“Si uno toma como ejemplo a BT (la compañía de telecomunicaciones británica), ésta pudo aprovechar la infraestructura existente que había sido desarrollada para la telefonía. Pero en África, estas redes nunca fueron construidas, por lo que sólo hay una disponibilidad limitada de redes fijas de banda ancha”, señala Richard Broughton, director de tecnología de la firma global de investigación de mercado IHS, en conversación con la BBC.
Redes flotantes
En el verano pasado, Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook, lanzó internet.org, cuya meta es lograr poner en línea a los 4 mil millones desconectados. Pero no explicó cómo planeaba hacerlo.
Ahora, informes de prensa confiables indican que Facebook planea invertir $60 millones de dólares en una compañía que hace vehículos aéreos no tripulados (UAV) que vuelan a grandes altitudes y pueden actuar como satélites a bajo nivel.
La firma, Titan Aerospace, dice que sus UAV vuelan a 65 mil pies -por encima del espacio aéreo regulado- y con baterías solares recargables, que les permiten quedarse en el aire durante cinco años.
Sin embargo, Facebook necesitaría miles de UAV si quiere conectar por ejemplo a África, donde no todos están muy impresionados con la idea.
“No puedo dejar de aplaudir la iniciativa”, le dice a la BBC Dawit Bekele, director para África de Internet Society.
“No obstante, no creo que va a resolver todos los problemas de África ni de ninguna otra región del mundo. Hay otras soluciones en las que estamos trabajando en este momento, que están dando resultados y que creo que tendrán más impacto”.
Ideas locas
Facebook no es el único gigante tecnológico en busca de soluciones.
Google tiene el “Proyecto Loon”: en vez de drones usará globos meteorológicos.
En conversación con la BBC, Rich De Vaul, el arquitecto técnico en jefe de Google, recordó cómo salió a flote el Proyecto Loon.
“Presenté una idea que me apasionaba y me contestaron que era buena pero que el problema era que la mayoría de la gente que se podía beneficiar de ella no podría pues no tenía conectividad”.
“Tenían razón… ¿cómo podía haber pasado eso por alto? Era un problema difícil. ¿Cómo solucionarlo? Pues hacía muchos años yo había tenido esta idea loca de usar globos para la conectividad y pensé ‘no veo por qué no podría funcionar’. Y retomé esa idea”.
La conquista
Para tener una idea de cuán significativo sería el cambio si los planes funcionaran, aumentar la penetración hasta alcanzar los niveles europeos le daría 450 dólares por persona, así como 44 millones de empleos extra a África, según un estudio de la firma de servicios profesionales Deloitte.
El mismo estudio estima que podría salvar un millón de vidas, incluídas las de 130.000 niños.
Pero también es buen negocio.
¿Beneficios para ambas partes?
“Al final, ambas compañías hacen dinero gracias al uso de la web, sea en las redes sociales o con búsquedas o videos. Así que ambas están interesadas en que crezca la escala de usuarios en el futuro, básicamente para vender publicidad y generar ingresos a partir de los consumidores en esos mercados, que en este momento están sin explotar”, indica Broughton.
Así que la conquista del mundo en desarrollo está nuevamente en la agenda pero esta vez no bajo las banderas de los poderes europeos sono bajo los logos de los gigantes tecnológicos.
Si funciona, podría ser el avance tecnológico más grande de la historia para estas regiones del mundo.