[contextly_sidebar id=”ec3dc28c59210e4ad74f03adc85b2d90″]El Banco Nacional de México (Banamex) es la institución financiera más antigua del país. Y ahora es también el centro de una polémica por la investigación que iniciaron autoridades mexicanas y estadounidenses ante un presunto fraude y lavado de dinero.
Es un caso que va más allá de lo jurídico y que desnuda las prácticas de corrupción que existen en algunos sectores públicos de México, según especialistas.
En la trama participa la empresa naviera Oceanografía, una de las contratistas más importantes de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), y que desde hace varios años ha sido señalada de operar irregularmente.
También se vinculan al caso una comisión legislativa que no pudo investigar denuncias de corrupción; un fiscal que cerró extrañamente una pesquisa judicial y familiares del expresidente Vicente Fox Quesada.
Se trata de uno de los escándalos financieros más importantes en los últimos años, y del que BBC Mundo le cuenta la historia:
Naviera bajo el agua
El centro de la polémica es la empresa mexicana Oceanografía que ofrece a Pemex Exploración y Producción –la principal subsidiaria de la paraestatal- servicios de instalación y mantenimiento de plataformas marinas, apoyo en la perforación de pozos, instalación de ductos submarinos así como transporte de personal y materiales diversos.
Entre 1999 y 2013 la empresa ganó unas 160 licitaciones públicas que le dejaron ganancias estimadas en 31.000 millones de pesos, unos US$2.300 millones.
La relación de la empresa y Pemex es polémica. Una comisión especial de la Cámara de Diputados estableció que en 2000 Oceanografía estaba virtualmente en quiebra pues debía 21 millones de pesos en impuestos. Incluso estuvo a punto de ser embargada por el Servicio de Administración Tributaria.
Al siguiente año, ya durante el gobierno del expresidente Vicente Fox, el adeudo fue condonado y a partir de ese momento la situación financiera de la empresa mejoró notablemente gracias a la asignación directa de contratos de Pemex lo cual se hizo de forma irregular, según detectó la comisión legislativa.
En su informe final, presentado en febrero de 2006, los diputados que investigaron el caso señalaron que dos hijos y un hermano de la esposa del presidente Fox, Marta Sahagún, fueron los responsables de gestionar la asignación de estos contratos a cambio del pago de una “jugosa” comisión.
Los señalados son Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, así como su tío Guillermo Sahagún. Oceanografía, el expresidente Fox y su esposa han negado que esa gestión hubiera existido.
El informe legislativo fue apoyado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que también encontró irregularidades en los contratos asignados a Oceanografía. Este organismo supervisa el gasto público en el país.
Tras las denuncias ese mismo 2006 la Secretaría de la Función Pública (SFP) inició una investigación, pues se encontró que Oceanografía violaba leyes de Obra Pública.
A pesar del escándalo durante el gobierno de Felipe Calderón se asignaron nuevos contratos a la empresa.
Los créditos de Banamex
El pasado 11 de febrero la SFP prohibió al gobierno federal establecer cualquier vínculo con Oceanografía, un procedimiento que se conoce como inhabilitación.
A partir de ese momento Banamex revisó los préstamos que había otorgado a la empresa y descubrió un probable fraude.
El banco estableció una línea de crédito por 7.650 millones de pesos, unos US$579 millones a través del sistema de descuentos por cobrar, es decir, que se liquidaría el adeudo una vez que Pemex pagara los servicios prestados por Oceanografía.
Pero su investigación encontró que muchos préstamos son incobrables pues menos de la mitad están avalados con contratos verdaderos ante la paraestatal.
La Procuraduría (fiscalía) General de la República intervino en el caso y descubrió que la empresa presentó a Banamex documentos falsamente respaldados por Pemex, por lo que determinó intervenir la contabilidad e instalaciones de la naviera.
Sin embargo la historia no termina aquí, pues según el procurador Jesús Murillo Karam en las pesquisas se encontraron indicios de lavado de dinero en las operaciones de Oceanografía.
Eso no significa que se vincule con el narcotráfico, aclaró el funcionario a medios locales, pues el delito inició cuando se obtuvieron recursos a través de un fraude.
“En el momento en que ese dinero después es utilizado de otra manera, se convierte en lavado de dinero”, explicó Murillo.
El caso ya trajo consecuencias. El banco estadounidense Citigroup, propietario de Banamex, bajó en US$235 millones su estimado de ganancias debido al presunto fraude de Oceanografía.
El consorcio también reconoció una investigación de la oficina del Procurador en Massachussets, sobre una posible violación al secreto bancario y las leyes contra el lavado de dinero.
Citigroup y Banamex han dicho que cooperan con las autoridades de México y Estados Unidos, y asegura que habrá sanciones a los empleados que hayan participado en el presunto fraude.