Dos integrantes de la organización separatista Patria Vasca y Libertad (ETA), Juan Jesús Narváez Goñi, alias “Pajas”, e Itziar Alberdi Uranga, fueron detenidos ayer, 16 de febrero, en México, informó el Ministerio del Interior de España.
En un comunicado, la dependencia precisó que se trata de dos de los miembros de ETA reclamados por la justicia española con mayor número de asesinatos cometidos y que llevaban 22 años en paradero desconocido. La detención se realizó en Puerto Vallarta, Jalisco.
Los dos terroristas, según la información facilitada por el Ministerio del Interior, acumulan 18 asesinatos.
La dependencia expuso que se comprobó tras su detención que no pertenecían al colectivo abierto de refugiados de ETA, sino que estaban integrados dentro del denominado colectivo cerrado y que vivían en la clandestinidad.
La operación se enmarca dentro de operaciones de la policía española contra ETA en colaboración con corporaciones de otros países, lo que ha permitido en los últimos años la detención de etarras en Brasil, Reino Unido, Bélgica, Italia, Francia, Venezuela y México.
[contextly_sidebar id=”62ca9cc8bd8764ff529d0fb0278057dd”]Indicó que Narváez Goñi fue integrante a inicios de los años 80 del comando legal X-1, que colaboró con el “comando de liberados Nafarroa” en varios atentados y que acabó con la vida de un agente de la Policía y de un capitán de la Guardia Civil en Pamplona, Navarra.
La Secretaría de Gobernación de México informó la noche de ayer que los detenidos “fueron repatriados a su país natal en un vuelo comercial”.
Señaló que la operación fue realizada por agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de México, en colaboración con la Comisaría General de Información (CGI) del Cuerpo Nacional de Policía de España.
En abril de 1987 y tras pasar a la clandestinidad fue detenido en Marsella (Francia) y expulsado a España, donde ingresó en prisión. En marzo de 1988 tras salir de la cárcel se incorporó de nuevo a las estructuras clandestinas de ETA, por lo que ha sido reclamado por la justicia en 10 ocasiones.
En tanto, Itziar Alberdi operaba en el “comando Araba”, pasó a la clandestinidad en noviembre de 1986 tras la liberación del industrial secuestrado Lucio Aginadle, y ha sido reclamada siete veces por la justicia española.
El Ministerio español precisó que en 1992 los dos etarras formaron parte de un comando con operaciones en la costa mediterránea española, que tenía como objetivo afectar los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Los dos “eran los miembros de ETA con mayor número de asesinatos cometidos que aún permanecían sin detener” y tras su detención se ha comprobado que no pertenecían al colectivo abierto de refugiados de ETA, sino que vivían en la clandestinidad.
*Con información de El País y Notimex.