Por primera vez en varios meses, la vida económica de gran parte de la zona conflictiva de Michoacán se reactivó, pero también la vida social y hasta la deportiva de la población ya que, a siete días de haber iniciado el operativo en la entidad, se puede observar a niños circulando por las calles, a jóvenes disputando un partido de fútbol, y hasta comerciantes reparando sus establecimientos, quemados o destruidos en algún momento por Los Caballeros Templarios.
Sobre la carretera se puede observar que de las rancherías que van del municipio de Múgica (Nueva Italia) hacia Apatzingán, los dueños salen a vender sus productos. Limón, sorgo, maíz.
Justo a la salida de Apatzingán rumbo a Parácuaro hay dos restaurantes que ahora pueden abrir a las 6:00 de la mañana y cerrar a las 7:00 de la noche sin que los extorsionen.
[contextly_sidebar id=”1192fac8bd33f373647da14f3c12d781″]“Yo vivo aquí en la Nopalera y ahora me salgo caminando de mi casa a las 4:30 de la mañana para llegar al negocio. Hago solo 20 minutos y con los federales ya puedo hacerlo sin miedo”, señala Verónica quien entra a las cinco de la mañana a cocinar en un restaurante y por la tarde atender las mesas.
Los más “heróicos” dicen comerciantes de Apatzingán son aquellos dueños que están reparando y abriendo “esas tiendas que fueron quemadas, destruidas y rafagueadas por los Templarios”.
“Esos Oxxo no duraban ni 24 horas y ahora mire: abrieron uno a dos cuadras de la presidencia. Ésos sí son huevos y no me malinterprete, pero aquí se vive el día y con miedo”, señala Héctor quien trabaja en una de las paleterías del centro de la ciudad.
Todo esto se reflejó en varios municipios como Nueva Italia y Parácuaro en dónde los niños no sólo volvieron a clases, sino también a los parques y plazas públicas. De hecho muchos niños sacaros sus bicicletas y pasearon por las calles de los pueblos sólo observando a los policías federales que resguardaban algunas calles de esta región.
El lunes 20 de enero, el gobierno federal y estatal informaron que ayer reanudaron clases 48 mil 730 alumnos y 4 mil 984 docentes, de 321 escuelas de educación básica, media superior y superior en los municipios de Parácuaro, Múgica, Coahuayana y Apatzingán; así como en la localidad de Lombardía, municipio de Gabriel Zamora, y en Tancítaro.
Antúnez: una comunidad que permitió el ingreso de federales
Las autodefensas de Antúnez, comunidad del Municipio de Parácuaro, abrieron el acceso a los elementos de la policía federal tras un largo acuerdo que incluye que los comunitarios estén en los retenes de salida y entrada de la comunidad, y que ronden sin las armas expuestas en las calles.
Aunado a lo anterior la presencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ayuda a que la población cuente sus historias y detalle la forma en que vivían con la presencia de los Templarios y ahora de las autodefensas.
En la glorieta central de Antúnez, en dónde sólo hay una peletería, una peluquería y un busto de Lázaro Cárdenas, la CNDH estaciona sus vehículos e invita a los habitantes y autodefensas a dialogar con ellos y a ser entrevistados o, en su defecto, a presentar denuncias.
Por otro lado, las acciones de vigilancia de las fuerzas federales continúan de manera ininterrumpida y han dado como resultado, hasta ayer, la detención de 46 probables responsables de diversos delitos, quienes han sido puestas a disposición de la autoridad competente.
Se espera que este martes el Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo, el gobernador de la entidad Fausto Vallejo y Rubén Pérez Gallardo nuevo comisionado para la zona de Tierra Caliente para el estado sostengan una reunión en Apatzingán y vean los avances de los operativos en la región por parte de las fuerzas federales.