El pasado domingo 24 de noviembre Egipto aprobó una iniciativa de ley que prohíbe la realización de manifestaciones de más de 10 personas que no cuenten con el permiso del gobierno, e impone fuertes multas o penas de cárcel a quienes la violen, una medida que trata de apaciguar las protestas que se presentan casi todos los días.
Y en su primera reprimenda, un tribunal de aquel país condenó a 14 mujeres que se manifestaron el pasado 31 de octubre en Alejandría a 11 años de prisión; otras siete menores fueron sentenciadas a prisión hasta cumplir los 18 años.
[contextly_sidebar id=”f9311d0ea7e4898852388bb24d66cf46″]La protesta de las jóvenes involucró cortar el tráfico y soltar globos solicitando el retorno del expresidente Morsi.
Las medidas ponen de manifiesto lo que los críticos consideran la intención del gobierno egipcio, respaldado por los militares, de acallar el disenso y proseguir la represión de los islamistas desde el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi el 3 de julio, y también reprimir a los activistas seculares que apoyaron la remoción de Morsi pero que también acusan al nuevo gobierno de restaurar un sistema tan autoritario como el derrocado antecesor de Morsi, Hosni Mubarak.
Imágenes del tribunal en la ciudad de Alejandría mostraron a las 21 jóvenes acusadas con velos blancos y uniformes de la prisión esposadas en la jaula de los acusados.
La represión está modificando el mapa político de Egipto después de meses en que las autoridades se dedicaron a desbaratar la Hermandad Musulmana de Morsi. La crisis amenaza fragmentar la coalición de grupos liberales y seculares que apoyaron en principio a los militares para derrocar a Morsi.
Las autoridades dicen que la medida es necesaria para parar las protestas en favor de Morsi y restablecer la estabilidad en una nación conmovida por constantes sacudones desde el derrocamiento de Mubarak en 2011.
En vista de las críticas, el gabinete emitió una declaración enérgica en la que advierte que está dispuesto a aplicar la ley “con toda firmeza y fuerza para que la libertad no degenere en caos”. Y vinculó la medida con la “guerra al terrorismo”, caracterizada por la violencia de milicianos islámicos en el Sinaí.
Con información de El País y Associated Press.