Es uno de los países más pobres del hemisferio. En su territorio está la ciudad más violenta del mundo. El 80% de la cocaína que va a Estados Unidos desde Sudamérica pasa por allí. Y ocho personas quieren gobernarlo.
De acuerdo con las últimas encuestas, los candidatos más opcionados en las elecciones presidenciales que se disputan este domingo en Honduras son dos:
Xiomara Castro, esposa del defenestrado presidente Manuel Zelaya, quien se presenta a nombre del recién creado Partido Libertad y Refundación (LIBRE), de centroizquierda. Y el empresario Juan Orlando Hernández, quien representa al gobernante Partido Nacional, de centroderecha.
Las encuestas dan un empate técnico entre ambos.
Cualquiera que gane las elecciones de este domingo tendrá que enfrentar tres grandes desafíos: tres grandes plagas que agobian a este país centroamericano.
Violencia
San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia en Honduras, es considerada, desde hace varios años, la población más violenta del mundo, con un promedio de 173 sesinatos por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con informes de la Organización de las Naciones Unidas.
El promedio nacional es de 82,1. En 2012, eso significó unas 20 muertes diarias.
Uno de los motivos de los altos índices de la violencia es la presencia de las pandillas maras. Aunque en menor cantidad que en El Salvador (el segundo país más violento del mundo), durante los años 90 y 2000 Honduras recibió 44.042 pandilleros deportados desde Estados Unidos.
Este año, el promedio de masacres ha sido de diez por mes (entre enero y septiembre, según el diario hondureño “La Prensa”).
Diversos analistas dicen que los niveles de violencia son exacerbados por la debilidad institucional (un experto habla de “evaporación del Estado” en algunas regiones) y la corrupción rampante, que incluye a los organismos policiales.
El doctor Mario Torrico, profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), le dijo a BBC Mundo que, según algunos estudios, si se hiciera una limpieza de elementos corruptos dentro de la policía, sólo quedaría un 20% de la fuerza actual.
Narcotráfico
Desde mediados de la década anterior se ha detectado la presencia de carteles de la droga, en especial mexicanos, que se han desplazado desde su país hacia Centroamérica, en especial Los Zetas y el Cartel de Sinaloa.
Esto es, esencialmente, porque la región es una zona de paso de la droga que viene desde Sudamérica hacia Estados Unidos.
Esta semana, en entrevista concedida al diario español “El Mundo”, el viceministro de Defensa hondureño, Carlos Roberto Funes, indicó que en su país existen alrededor de 200 pistas de aterrizaje clandestinas.
Aseguró, además, que en los últimos tres años se han destruido alrededor de 100 de estos campos de aterrizaje.
En un reporte publicado en 2012, el Departamento de Estado de Estados Unidos indicó que casi el 80% de la cocaína que es transportada hacia ese país desde Sudamérica pasa por Honduras.
Pero hay más: según el sitio InsightCrime, en 2011 se descubrió en Honduras un laboratorio de cocaína, el primero en su clase que se hallaba en Centroamérica.
Según el análisis de InsightCrime, esto significa que los carteles mexicanos estarían tratando de procesar la droga en la región, para abaratar costos y controlar esta parte del proceso de producción.
En la misma entrevista al diario español, el viceministro de Defensa dijo que era posible que Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa y quizás el capo más buscado del mundo, esté viviendo en Honduras.
Las propuestas de los candidatos para combatir el narcotráfico son distintas. Juan Orlando Hernández propone que los militares salgan a las calles -igual que en el gobierno pasado en México- para combatir el narcotráfico.
Xiomara Castro propone usar a los militares para cuidar las fronteras y combatir desde allí el tráfico de narcóticos.
Pobreza y desigualdad
Según datos del Instituto Nacional de Estadística de Honduras -publicados este año por el diario “La Prensa”-, casi seis millones (71%) de los 8,5 millones de habitantes del país son pobres.
Pero el dato más impactante es que 4,2 millones -es decir, la mitad de la población- están en situación de extrema pobreza. De éstos, dos millones viven con menos de un dólar al día.
En un informe publicado este mes, el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas, con sede en Washington, asegura que los índices de pobreza y el abismo entre ricos y pobres ha aumentado después del golpe de estado que, en 2009, desalojó del poder a Manuel Zelaya.
El informe indica que entre 2010-2013 la tasa de crecimiento anual fue de 3,5%. Entre 2010-2012, la tasa de pobreza aumentó en 13,2% mientras que la de extrema pobreza se incrementó en 26,3%.
Finalmente, el informe asegura que Honduras tiene, en estos momentos, la distribución de ingresos más desigual de toda América Latina.
Víctor Meza -exministro de Gobernación de Zelaya e integrante de la mesa de Reforma de Seguridad Pública de la actual administración- dijo a BBC Mundo que las finanzas públicas hondureñas se encuentran en un estado calamitoso, con un déficit fiscal de 8% y una deuda pública superior a US$8.000 millones.