En México, territorio de alta actividad sísmica y en donde cada año se espera un mínimo de 13 huracanes entre moderados e intensos, ninguna de las 32 entidades federativas tiene su Atlas de Riesgos actualizado y sólo cuatro poseen un documento con calificación de “avanzado”, según los registros del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
[contextly_sidebar id=”5d74f88602a24bebb9c6a273964f7723″]Pese a que la Secretaría de Gobernación (Segob) reconoce que el país es vulnerable a grandes desastres naturales y hace exactamente un mes dos terceras partes del territorio nacional fue afectado por fuertes lluvias de la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid, los Atlas Estatales de Riesgos son obsoletos, en 13 entidades están en proceso de ser actualizados y en el resto tienen datos que no se revisan desde hace casi cinco años.
Cenapred y Protección Civil indican que “las características, temporalidad y recurrencia de los fenómenos perturbadores” en el país obligan a mantener los Atlas actualizados cada año para tener organización en materia de protección civil en los distintos niveles de gobierno.
Pero en Baja California Sur, Colima y Quintana Roo no existe este documento para labores de protección civil y en veinte entidades federativas el Atlas no es público porque sigue en proceso de creación o de actualización.
Según el Cenapred, un Atlas de Riesgo deberá contener información y bases de datos útiles para integrar y difundir el análisis de peligro, vulnerabilidad y riesgo para la población.
Para ello, se debe contemplar la posible pérdida económica en caso de desastre y las obras civiles que se pueden realizar para disminuir el impacto de éste.
Aunque ningún Atlas Estatal lo cumple, éstos deben contemplar planes de acción avanzados para todos los tipos de riesgos:
–Riesgos Geológicos: sismos, erupciones, emisiones volcánicas, tsunamis, inestabilidad de laderas, hundimientos.
–Riesgos hidrometeorológicos: huracanes, inundaciones, granizo, heladas y nevadas, tornado, viento, sequías, frente frío.
–Riesgos Químico-tecnológicos: fugas y derrames, almacenamiento de sustancias peligrosas, incendios y explosiones, transporte de sustancias peligrosas.
–Riesgos Sanitario-Ecológicos: epidemias o plagas, erosión, contaminación de aire, suelo y alimentos, residuos peligrosos.
–Riesgos Socio-organizativos: Calamidad generada por motivo de errores humanos o por acciones premeditadas.
En total, el 56% de los Atlas Estatales de Riesgo tiene un nivel básico. Sólo el del Distrito Federal, Jalisco, Querétaro y Veracruz reciben calificación de “avanzado”, según el registro de Cenapred.
Fuente: Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)
Estos documentos se realizan con fondos estatales y federales y según el registro de la Segob, de 2006 a 2011 se entregaron mil 200 millones de pesos del Fondo Para la Prevención de Desastres Naturales (Fonden) para la creación de 94 proyectos que incluyen desde la actualización de Atlas de Riesgo, hasta estrategias para la conformación de otros.
En 2011, según el Sexto Informe de Labores de Gobernación, Nayarit y Campeche recibieron 6.5 millones de pesos cada uno y Chiapas otros 29 millones.
A nivel nacional, tampoco hay avances
Cenapred indica que para tener un Atlas Nacional de Riesgos se requiere que los documentos estatales estén completos.
En septiembre pasado, tras la emergencia por Ingrid y Manuel, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se encargaría de tener un Atlas Nacional “lo más rápido posible” para presentarlo el próximo año.
El Atlas Nacional de Riesgos que existe en México data de 1991 y está firmado por Jorge Carpizo como Secretario de Gobernación del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
Este documento —el único en su tipo que ha tenido el país— contiene un panorama general de los peligros a los que está expuesto el territorio nacional por región y por tipo de riesgo, por lo que se describe los fenómenos a los que México es vulnerable y los impactos destructivos que éstos pudieran tener.
Diez años después, en el gobierno de Vicente Fox, el Cenapred publicó un Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en la República Mexicana, documento que no es un nuevo Atlas, sino una ampliación sobre posibles peligros.
En 2004 y en 2006 se publicó una Guía para la Elaboración de Atlas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos para hacer del Atlas Nacional un documento más completo que incluyera riesgos para el país por entidad federativa, municipios y comunidades, aunque hasta la fecha éste no se ha consolidado.