[contextly_sidebar id=”0f584488d04f855d4d87233ceb7a76ee”]Aunque en un principio el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera señaló que el asesinato de cuatro personas en un gimnasio de la Colonia Morelos era una venganza pasional, la Procuraduría de Justicia capitalina acreditó, 4 meses después, que fue por asuntos relacionados con droga.
En conferencia, el Procurador capitalino Rodolfo Ríos señaló que el objetivo del ataque, perpetrado el 6 de junio en el gimnasio Body Extreme y donde murieron cuatro personas, eran los hermanos José Fernando y Diego Guadalupe Rocha Cid de León, quienes tenían deudas de droga con los asesinos.
“El móvil se desprende de la investigación y testimoniales, fue cometido por probables disputas entre vendedores de narcomenudeo en la zona”, dijo.
La PGJDF, indicó Ríos, cumplimentó la orden de aprehensión contra el único detenido por el crimen, Luis Alberto Pereyra Vilchis.
“De las pesquisas, declaraciones de testigos y del probable responsable, se desprende que la muerte de las otras dos personas, identificadas como Joanan Yered Ramírez Vázquez y Ariel Castañeda Velázquez, fue un homicidio circunstancial por encontrarse en el lugar y hora de los hechos, es decir, el primero de ellos no acató la orden de los victimarios de tirarse al piso y sacó un teléfono celular, mientras que Ariel Castañeda se levantó antes de que los probables responsables se retiraran”, explicó Ríos.
Asimismo, el funcionario descartó que la agresión estuviera vinculada al caso Heaven y adelantó que la Policía de Investigación busca a otros dos individuos, quienes se les señala como autores materiales del asesinato.
Con información de Reforma
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