La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) demandó a la Procuraduría General de la República (PGR) proceder administrativamente contra el personal que, faltando a sus obligaciones, entregó a una familia equivocada uno de los cadáveres recuperados tras la explosión en la Torre de Pemex, ocurrida el pasado 31 de enero, así como ofrecer una disculpa “institucional” tanto a la familia que recibió un cuerpo incorrecto, como a los verdaderos deudos de esa víctima.
A través de la recomendación 28-2013, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, determinó que por no verificar adecuadamente la identidad de los fallecidos en el siniestro en las oficinas de la paraestatal, uno de los cadáveres rescatados fue entregado por la PGR a una familia incorrecta, mientras que a los verdaderos deudos se les insistía para que aceptaran un cuerpo que no era el que buscaban.
[contextly_sidebar id=”181d2fbd44d35a88b9619654813663da”]Fue la negativa de esta segunda familia a aceptar un cuerpo distinto al que reclamaban lo que permitió, finalmente, descubrir el error; sin embargo, para ese momento, uno de los cadáveres intercambiados ya había sido cremado, por lo que sus familiares sólo pudieron recuperar las cenizas.
La confusión de estos dos cuerpos, destacó la CNDH, no sólo violó el derecho de los fallecidos a un trato digno, sino que generó consecuencias “en el estado de salud físico y emocional de los familiares” de ambas víctimas, ya que “ante tales irregularidades, no tuvieron la oportunidad de vivir plenamente su duelo”.
Además, el cambio de cadáver ocasionó que una familia mantuviera, en falso, “la expectativa de que la víctima pudiera encontrarse con vida en algún lugar y, tan es así, que dos de ellos continuaron colaborando con las autoridades en el sitio donde ocurrieron los hechos, y dando a conocer imágenes para dar con su paradero, situación que a todas luces es indignante”.
Por esta razón, concluyó, “la CNDH hace un llamado para que los servidores públicos, en términos de lo que establecen los estándares internacionales, observen una especial consideración y sensibilidad con los familiares de las víctimas, debido a la reacción emocional que pueden atravesar durante su duelo”, para lo cual demandó a la PGR diseñar un esquema de capacitación y sensibilización de su personal que garantice que ninguna familia que haya perdido a un ser querido reciba un cadáver equivocado.