Una docena de autos bomba estallaron en el centro y el sur de Irak durante una ajetreada hora el lunes, informaron autoridades, lo que causó la muerte a por lo menos 51 personas, en el más reciente ataque coordinado perpetrado por rebeldes determinados a socavar al gobierno.
Las detonaciones, que dejaron a decenas de personas heridas, se suman a un incremento en ataques registrado desde abril y en el cual han muerto más de 3 mil personas, incluyendo más de 500 desde el inicio de julio, de acuerdo con un conteo de The Associated Press.
Nadie se adjudicó de inmediato la responsabilidad de los ataques, pero conllevan la marca de la facción iraquí de al-Qaida. El grupo, conocido como el Estado Islámico de Irak, con frecuencia emplea autos bomba, atacantes suicidas y detonaciones coordinadas para tratar de mellar la confianza en el gobierno chií.
Ocho funcionarios de la policía dijeron que un total de 12 autos bomba estacionados estallaron cerca de mercados y en aparcamientos de vecindarios predominantemente chiíes de Bagdad en el transcurso de una hora. El ataque más letal se registró en el barrio oriental de Ciudad Sadr, donde dos explosiones separadas mataron a nueve civiles e hirieron a otros 33, agregaron.
Nueve funcionarios de salud confirmaron la cifra de víctimas y dijeron que decenas más resultaron heridas. Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a difundir información.
Con información de AP