Una estatua gigante de un perro sin pelo que lleva puesta una capa de superhéroe recibe a los aficionados del Club Tijuana, en el norte de México.
Al equipo se lo conoce como los Xolos, en referencia a la raza canina xoloitzcuintle, a la que pertenece el animal de la estatua, que resulta ser la preferida del dueño del club.
Se oyen ladridos por los parlantes y los aficionados se ponen a animar a su equipo con trompetas y banderas rojas y negras.
Los Xolos se enfrentan al equipo brasileño Palmeiras en la Copa Libertadores.
Tras años de sufrir la violencia vinculada con el narcotráfico, por fin hay varias cosas que celebrar en Tijuana: un equipo de fútbol exitoso que no existía apenas hace seis años, una tasa de homicidios más baja y una economía que va en ascenso.
Innovadores
En un modesto local en uno de los extremos de la ciudad, un grupo de talentosos ingenieros informáticos también están creando algo de la nada.
Un pequeño aparato con seis hélices despega y sobrevuela la línea de producción de alta tecnología de la compañía 3D Robotics, fundada por el empresario de Silicon Valley Chris Anderson y su socio mexicano Jordi Muñoz.
El joven de 26 años es unos de los pocos empresarios locales que tuvo la oportunidad de encontrarse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante el reciente viaje del mandatario a México.
Los dos fundadores de la compañía se conocieron en internet y empezaron a producir robots en China, aunque decidieron que tenia más sentido tener una fábrica en San Diego y otra al otro lado de la frontera, en Tijuana, más teniendo en cuenta que los salarios chinos se han cuadriplicado.
“Si se suman todos los costos, el precio está casi en paridad con los de Shenzhen”, dice Chris Anderson. “Esa parte de China se ha vuelto más cara, mientras en México los costos se han mantenido igual”, afirma.
“Cuando se suman todos los gastos externos -tiempo, transporte y también quizás en un futuro el impacto medioambiental- empiezan a ser muy similares a los de China y desde un punto de vista de la innovación una cadena de suministro más corta es mejor”.
“Hace 20 años en México había mano de obra barata. Ahora es mano de obra calificada a un costo competitivo”, asegura Anderson.
Cambio de imagen
México tiene más acuerdos comerciales internacionales que cualquier otro país y exporta tantos bienes como todo el resto de América Latina junta.
Tijuana siempre ha sido un centro de fabricación de aparatos electrónicos, pero la competencia de China dañó el negocio hace una década.
Ahora, el aumento de los costos en Asia y una tasa de cambio más elevada están haciendo que las compañías que quieren hacer negocios en EE.UU. vean a México con otros ojos.
DJO Global tiene una enorme fábrica de suministros médicos en Tijuana, donde produce una amplia gama de productos.
La compañía casi tuvo que cerrar hace diez años, pero ha conseguido remontar el vuelo gracias a una línea de producción más sencilla y su mudanza a México.
“Ahora los sueldos en China han subido y ese país está a seis semanas del mercado más importante, que es EE.UU.”, dice Armando Vega Garduño, director de producción de la compañía.
“Así que estamos mudando toda la producción que teníamos en China aquí. El 50% de lo que solíamos traer de China ahora se fabrica aquí”.
Cambio de relación
La reputación de ciudad violenta de Tijuana es conocida, pero tanto la policía como la alcaldía aseguran que ahora este lugar es más seguro que hace dos años.
“La percepción permanece, pero la tasa de homicidios ha bajado un 70%”, asegura el jefe comunal de Tijuana, Carlos Bustamante.
“Ha sucedido gracias a una combinación de participación ciudadana, coordinación con el ejército y los gobiernos federal y estatal, y una purga de la policía”.
Unos 600 oficiales fueron despedidos del cuerpo de policía de Tijuana. Ahora el jefe policial de la ciudad, Jesús Alberto Capella, está entre los objetivos de los cárteles de la droga por su lucha contra la corrupción.
Tiene diez guardaespaldas y recibe amenazas de muerte todos los días. La violencia es todavía un problema, pero la morgue de la ciudad ya no está desbordada.
El nuevo presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quiere cambiar la percepción que se tiene de su país, resaltando su economía en crecimiento y las facilidades para hacer negocios.
La seguridad y el narcotráfico todavía están en el centro de las relaciones bilaterales entre México y EE.UU., pero la creciente importancia del vecino del sur en la economía global está cambiando las cosas.