El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó de ridículas las acusaciones de que un ciudadano estadounidense arrestado en Venezuela después de las elecciones presidenciales del 14 de abril es un espía.
Timothy Tracy fue acusado de financiar protestas de la oposición en las que se denunciaron irregularidades en la victoria de Nicolás Maduro.
Obama, que recién ha regresado a la Casa Blanca tras una visita a México y Costa Rica, dijo que Venezuela ya ha utilizado una retórica similar en el pasado.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a Obama el “gran jefe de los diablos” y lo acusó de financiar a la oposición para destruir la democracia venezolana.
En una cadena nacional obligatoria de radio y televisión, el canciller venezolano, Elías Jaua, rechazó unas declaraciones en televisión de Obama en México en las que el mandatario estadounidense dijo que “nuestra visión ha sido que el pueblo venezolano debe elegir a sus líderes en elecciones legítimas”.