Hoy Brasil se convirtió en el décimoquinto país en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ahora, con la resolución del Consejo Nacional de Justicia, las 14 notarías del país están obligadas a celebrar estos casamientos.
Con la determinación, los notarios no podrán negar los pedidos de parejas homosexuales para celebrar matrimonios o convertir sus uniones civiles en matrimonio, informó el Consejo en un comunicado.
La decisión da impulso a una de las reivindicaciones más importantes del movimiento homosexual en Brasil, que ha luchado por el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo.
El acuerdo fue celebrado por organizaciones defensoras de los derechos de la población gay que han reivindicado el derecho al matrimonio.
“Es un gran paso para garantizar la igualdad entre parejas hetero y homosexuales”, manifestó a periodistas Carlos Magno Fonseca, presidente de la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis y Transexuales, tras participar en un seminario en el Congreso, en Brasilia.
El Consejo votó el martes por mayoría en favor de una iniciativa del presidente de la entidad, el juez Joaquim Barbosa, quien también preside el Supremo Tribunal Federal -la corte suprema- de impedir a los responsables de las notarías negar solicitudes de matrimonio entre personas del mismo sexo.
La determinación se basó en un fallo emitido en 2011 por el Supremo Tribunal Federal que avaló las uniones civiles entre homosexuales al considerar inconstitucional la distinción en el tratamiento legal de uniones homo y heterosexuales.
También consideró un fallo del Superior Tribunal de Justicia, máximo tribunal de apelaciones, que en 2011 consideró legal el matrimonio entre dos mujeres, lo que en la práctica significó el reconocimiento del matrimonio homosexual.
La decisión aún puede ser apelada ante el máximo tribunal de justicia.
El acuerdo del Consejo pone a Brasil en un grupo de 14 países que autorizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo, incluyendo a Argentina, España y Uruguay. La reciente aprobación de ese derecho en Francia generó violentas protestas.
El Congreso brasileño ha intentado legislar en la última década sobre la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo pero no ha podido someter las iniciativas a votación por el rechazo de la poderosa bancada de legisladores evangélicos.
Una propuesta del diputado Jean Wyllys, primer legislador abiertamente homosexual en Brasil, busca reformar la constitución para suprimir un texto que reconoce el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y sustituirlo por un texto que diga “unión entre dos personas”.
En el último año, mil 277 parejas del mismo sexo lograron registrar sus uniones civiles, aunque no lograron casarse, según una compilación de la Asociación de Notarios y Registradores de Brasil, realizada a pedido del sitio noticioso G1.