Por: Magda Zavala
Pensando positivamente yo diría lo siguiente:
En México debemos reorganizar a la sociedad civil para exigir, demandar, o como le queramos llamar, al Gobierno que se rija por las mismas bases que cualquier persona que está activamente trabajando. Que desde el Presidente (a quien ya no se le respeta más en este país) y hasta el más sencillo y humilde servidor público gane lo justo por su trabajo, en cualquiera que sea su función, todo asimilado a lo que gana cualquier persona en cualquier empresa.
Eso dejaría de hacer atractivo a los “políticos-burócratas” el querer ocupar puestos públicos. Tal vez EPN deba percibir lo que gana, tal vez un Director General de cualquier empresa y así sucesivamente. Así los “servidores públicos” lo serían por verdadera vocación. Si esto no cambia de raíz y no se elimina la corrupción, esto no tendrá ningún cambio.
En cuanto a la educación en México, lo primero que haría es auditar al sindicato, ya auditado finiquitarlo y hacer que se dirija por verdaderos maestros y administradores justos. (Lo mismo en todos los sindicatos IMSS, PEMEX, etc.)
Definitivamente, evaluaría a todos los maestros y no permitiría que tuvieran doble plaza para que sea más efectivo, y sí los pondría a realizar el trabajo que deben realizar de acuerdo a su capacidad.
En cuanto al plan de estudios de tiempo completo es buena idea, siempre y cuando el plan se enriquezca ampliamente con valores y actividades que les deje algo en lo cultural y lo artístico, pero también a un costo justo y previendo que haya comedores para evitar problemas de seguridad, especialmente cuando los niños y niñas no viven cerca de su escuela.
Ampliaría la educación obligatoria a la preparatoria, pero que siempre sea técnica, para que los jóvenes no dejen de prepararse y a la vez puedan trabajar.
También haría que los planteles funcionaran en dos turnos, para educación para adultos o para cursos de otros tipos que los adultos puedan prepararse y estudiar o continuar sus estudios, y además aprendan oficios, idiomas, etc.
Reeducaría a las generaciones de padres de familia para que sean más responsables, especialmente a lo que tienen adolescentes para que sepan cómo manejar el desarrollo personal de ellos mismos y de sus hijos.