Los paraguayos iniciaron hoy una decisiva jornada electoral, que podría marcar el regreso del Partido Colorado al poder y la superación definitiva de una crisis política derivada de la destitución del mandatario Fernando Lugo, en 2012.
Unos 3.5 millones de paraguayos están convocados para acudir este domingo a las urnas con el fin de elegir al sucesor del presidente Federico Franco y renovar el Congreso, proceso que además podría restituir la participación del país en foros regionales.
El empresario Horacio Cartes, del Partido Colorado, figura como favorito para ganar la contienda, conforme a las últimas encuestas, lo que de concretarse marcaría el retorno de esa colectividad al gobierno, a la vuelta de cinco años.
El proceso, además, marca el fin de la crisis política que el año pasado desató la destitución de Lugo, quien fue sacado del poder por el Congreso tras un polémico juicio político por “mal desempeño de funciones”.
La medida fue rechazada por varios países de la región, algunos de cuyos gobiernos la consideraron un “golpe de Estado”, lo que llevó a la suspensión de Paraguay de bloques como el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Cartes, político centro-derechista de 56 años, aparece como el candidato presidencial más opcionado en los sondeos, seguido de cerca por el aspirante Efraín Alegre, del oficialista Partido Liberal.
Medios paraguayos coinciden en afirmar que un eventual triunfo de Cartes, dueño de empresas financieras, ganaderas y tabacaleras, representaría una “nueva etapa” para el Partido Colorado, orientada a tomar distancia de los errores de pasadas administraciones.
En efecto, en caso de que Cartes gane la presente jornada electoral, el Partido Colorado retornaría al poder, del cual salió en 2008 por el triunfo de Lugo, quien en esa ocasión puso fin a 35 años de absoluta hegemonía política de esa colectividad en Paraguay.
El abanderado colorado, sin embargo, ha prometido en su campaña corregir los errores del pasado y luchar contra la corrupción, uno de los principales flagelos que afectan desde hace décadas a la administración pública paraguaya.
En ese sentido, Cartes aseguró a medios de su país que “el partido aprendió que hay un modelo acabado. No dudo que podrán haber bolsones retardatarios, pero el que crea que este modelo va a seguir está equivocado, la ciudadanía se cansó”.
Alegre, por su parte, se ha mostrado a favor de un “modelo de liderazgo diferente al tradicional”, apareciendo como el principal continuador de la obra de Franco, quien asumió en junio pasado el poder tras la destitución de Lugo.
El candidato del Partido Liberal subrayó que su postulación “representa al ‘Paraguay decente’ frente al ‘Paraguay de las mafias'”, en directa alusión a su contrincante colorado, al que acusó en la campaña de tener vínculos con el narcotráfico.
En las elecciones generales de este domingo, los paraguayos elegirán además un nuevo vicepresidente, a los gobernadores departamentales (regionales) y renovarán ambas cámaras del Congreso (45 senadores y 80 diputados).
Notimex