¿Cuánto cuesta amputar una pierna? Por lo menos 20.000 dólares. ¿El precio de una pierna artificial? Más de 50.000 dólares en los modelos más avanzados. ¿Y la rehabilitación de una persona que ha perdido un miembro? Por lo general decenas de miles de dólares más.
Esas cifras representan apenas una fracción de los gastos médicos que enfrentarán las víctimas de las bombas que estallaron en el maratón de Boston.
El enorme costo probablemente no es la principal preocupación de los pacientes a medida que inician el prolongado camino de la rehabilitación. Pero amigos y extraños ya están organizando colectas, incluso por internet, y un fondo de la ciudad de Boston ya ha recaudado más de 23 millones de dólares en donaciones de individuos y compañías.
Nadie sabe todavía si dichos donativos —además del seguro de gastos médicos, fondos de caridad de hospitales y otras fuentes— serán suficientes para cubrir los costos. Es difícil calcular cuál será la suma total de los gastos médicos por una tragedia que dejó tres muertos y más de 260 heridos.
Por lo menos quince personas perdieron miembros. Además, hay heridos de la cabeza y otros con tejidos destruidos por objetos de metal.
El seguro médico, como sabe casi cualquiera que lo ha utilizado, no siempre cubre todos los gastos. En el caso de miembros artificiales, por ejemplo, algunas compañías de seguros pagan por un modelo básico, pero no uno computarizado con sofisticadas articulaciones parecidas a las reales.
Rose Bissonnette, fundadora de la Asociación de Amputados de Nueva Inglaterra, dijo que en cuanto se enteró del ataque supo inmediatamente que los servicios de su organización serían requeridos. El grupo ayuda a las personas con amputaciones a encarar cosas como el manejo del seguro para costear miembros artificiales.
Bissonnette narró la lucha que libró una integrante de su grupo para recibir el pago de seguro por brazos artificiales como un ejemplo de la burocracia que algunas víctimas del atentado podrían enfrentar. La mujer “recibió una llamada telefónica de la compañía de seguros y le preguntaron: ‘¿Durante cuánto tiempo necesitará las manos artificiales?”’, recordó.
La misma Bissonnette sufrió un terrible choque automovilístico hace 16 años que la dejó con lesiones similares a las que enfrentan las víctimas de Boston. Le tuvieron que amputar la parte inferior de la pierna izquierda y el tobillo derecho le quedó parcialmente rebanado. Sus cinco meses en el hospital costaron más de 250.000 dólares. El seguro cubrió todo su tratamiento, prótesis y rehabilitación.
Un economista en cuestiones de salud, Ted Miller, observó que el tratamiento de una sola lesión cerebral traumática puede costar millones de dólares, y al menos un sobreviviente de lo ocurrido en Boston padece ese tipo de herida.
Además de los costos médicos las víctimas sufren la pérdida salarial de quienes quedan incapacitados para trabajar, como dos hermanos de Massachusetts que perdieron una pierna cada uno, dijo Miller. Trabajaban como instaladores de techos, pero probablemente ahora tendrán que buscar otro tipo de trabajo.
Muchos sobrevivientes viven en Massachusetts, un estado que requiere a los residentes tener seguro de gastos médicos.