Corea del Sur se toma en serio las amenazas de su vecino del Norte, y ha tomado medidas para atajar un posible ataque en caso de que Pyongyang convierta su retórica bélica de las últimas semanas en hechos.
Seúl ha desplazado a sus costas este y oeste sendos destructores con sistemas avanzados de seguimiento de misiles, según informó este viernes la prensa surcoreana, informa El País.
La medida ha sido adoptada en paralelo al envío por parte de Washington de un barco a la península coreana y otro al Pacífico occidental, dotados también con sistemas de defensa antimisiles, y el anuncio, el miércoles, del Pentágono de que instalará baterías terrestres THAAD, capaces de derribar misiles de largo alcance, en la isla de Guam, un territorio estadounidense en el Pacífico donde tiene importantes bases militares.
Por su parte, Corea del Norte transportó ayer un segundo misil de medio alcance a su costa oriental, así lo informó la agencia surcoreana Yonhap.
“Se ha confirmado que Corea del Norte transportó por tren, al comienzo de la semana, dos misiles Musudan de medio alcance hacia la costa este y los instaló en vehículos equipados de un dispositivo de lanzamiento”, confirmó un alto responsable gubernamental en Seúl.
Asimismo, Corea del Norte propuso a las embajadas extranjeras en Pyongyang que consideren evacuar a su personal.
“Ataques despiadados”
El pasado 4 de abril, Corea del Norte anunció que dio a sus fuerzas armadas la aprobación final para lanzar ataques contra Estados Unidos, incluido el posible uso de armas nucleares.
El Estado Mayor en Pyongyang indicó que estaba preparado para tomar lo que llamó “acciones despiadadas” en respuesta a “las temerarias amenazas nucleares” de Washington.
Con información de El País y BBC Mundo