Los cárteles de la droga en México evolucionaron a mafias que lo mismo roban combustible a Pemex o extorsionan, secuestran y trafican personas, impulsando escuadrones de la muerte conformados por jóvenes marginados para lograr su operación.
Esa es una de las conclusiones a las que llegó la consultora internacional Crisis Group en su informe “El Desafío de Peña Nieto: Los Cárteles Criminales y el Estado de Derecho en México”, elaborado para contribuir a explicar la violencia que padece el país desde 2004.
Este martes, en la presentación del reporte, el experto Alejandro Hope expuso que en la última década los grupos de delincuencia organizada aumentaron en número y progresaron de sólo ser contrabandistas de drogas a operar otros delitos.
“El caso extremo es Acapulco, donde la violencia prácticamente ya no está conectada con el tráfico internacional de drogas; está conectada con, tal vez, el mercado local de drogas, pero también con extorsión, secuestro y robo. El futuro no es ‘El Chapo’ Guzmán, el futuro es Acapulco y en ese sentido hay que ir ajustando la respuesta del Estado”, afirmó Hope, especialista del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y ex miembro del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
Javier Ciurlizza, director del Programa América Latina y Caribe de Crisis Group, enfatizó que el tráfico de drogas, en específico de cocaína, continúa siendo el negocio más rentable para los cárteles, sin embargo el discurso en torno a la violencia no puede centrarse sólo en narcotráfico.
“Esto no es un problema de drogas, hablamos de cárteles criminales, no de cárteles de la droga, y decimos que son organizaciones de delincuencia transnacional que han diversificado tremendamente su fuentes de ingreso y están generando una serie de impactos poco estudiados”, dijo Ciurlizza.
Crisis Group es una organización no gubernamental que trabaja en más de 60 países asesorando a los gobiernos para prevenir y solucionar conflictos. Es la primera ocasión que emite un reporte sobre México.
En 57 páginas, el informe resume la evolución del narcotráfico, crimen organizado y violencia; las medidas adoptadas por el ex Presidente Felipe Calderón en su sexenio, el uso de hasta 96 mil militares en campaña, la elevada tasa de impunidad de los asesinatos, las agresiones en contra de periodistas, y los costos social y humano de la criminalidad.
“(Este informe es) para llamar la atención sobre la centralidad que tiene la violencia en México y las medidas para enfrentarla para el mundo entero; para el debate global sobre la política antidrogas, para el debate global de sobre qué privilegiamos, si la represión, el uso de la fuerza armada, la labor de inteligencia o los programa sociales”, indicó Ciurlizza.
El reporte descarta que México sea un Estado fallido, porque su economía lo situó en el peldaño 14 a nivel mundial en 2011 y tiene entre sus habitantes a 11 multimillonarios, aunque entre ellos estaba el capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.
La consultora destaca que, para conformar sus escuadrones, los grupos criminales han reclutado a miles de jóvenes pertenecientes a pandillas o desertores escolares y desempleados, en ocasiones, a cambio de mil pesos como ganancia.
“Nos atrevemos a usar un término que estuvo reservado para otros contextos: los escuadrones de la muerte; el método del asesinato, de la matanza, del secuestro y de acciones que pueden ser englobadas en el término terror. No se mata sólo para aniquilar a un contrario o un supuesto competidor o enemigo, sino para infligir daño a cientos o miles”, agregó Ciurlizza.
A los consultores internacionales les sorprendió que no existan cifras precisas sobre el número de homicidios cometidos en el sexenio anterior, pues el número oscila entre los 47 mil y los 70 mil casos, en los que, además, no existe certeza sobre quiénes fueron las víctimas.
El desafío del nuevo gobierno
La consultora calificó como titánico el desafío que enfrenta México, tras exponer que un reto clave para el presidente Enrique Peña Nieto es reducir la corrupción.
El gobierno debe apelar a que Estados Unidos detenga el flujo de armas hacia México para evitar que se abastezcan los grupos criminales, pero también culminar el fortalecimiento de los sistemas policial y de procuración y administración de justicia, indicó Mark Schneider, vicepresidente y consejero para América Latina de Crisis Group.
Schneider señaló que la creación de la gendarmería nacional, proyectada para iniciar con 10 mil elementos, sería un paso importante para reducir la presencia del Ejército en las calles.
“Fortalecer la capacidad de la policía civil es uno de los elementos claves, uno, también se tiene que pensar en el sector justicia”, abundó.
Los consultores ven como un avance que las fuerzas políticas hayan acordado en el Pacto por México acciones integrales para enfrentar el problema, aunque Kristen Cowel, de The Tinker Foundation, advirtió que se requiere aumentar la recaudación tributaria para lograr las inversiones necesarias.
No obstante, Hope manifestó que, tras 100 días de la nueva administración federal, existen señales de desorden en las medidas adoptadas por el gobierno de Peña Nieto para reducir la inseguridad.
“El Programa de Prevención del Delito no es programa, son bases de un programa cuyo objetivo es establecer objetivos, en ese nivel de genialidad estamos; la Comisión Nacional de Seguridad no existe legalmente, no se han hecho reformas al reglamento que le den personalidad jurídica”, sentenció Hope.
Aquí puedes leer, imprimir y descargar el informe completo de Crisis Group: