La palabra ‘ingoogleable’ -ungoogleable en inglés- fue eliminada de la lista de las nuevas palabras suecas después de una guerra de marcas. Pero surge la pregunta de qué se puede encontrar o no en un servidor de búsqueda en línea.
Hoy Google parece ser la fuente de toda la información.
Es tan extraño concebir que algo hoy en día no sea encontrado al buscarlo en Google que se ha generado un adjetivo para describirlo.
El término ‘ingoogleable’ ha saltado a los titulares después de la disputa entre el buscador y las autoridades de la lengua en Suecia.
El Consejo de Lenguaje de Suecia quería incluir ‘ingoogleable’ en su lista anual de nuevas palabras, pero definió el término como “algo que no podía ser encontrado en ningún buscador en línea”.
Google pretendía que la definición sueca se refirirera sólo a búsquedas en Google, y el Consejo optó entonces por eliminar la palabra completa para evitar una batalla legal.
La disputa pone sobre la mesa la pregunta de qué significa ser ingoogleable. O más específicamente, ¿hay todavía cosas imposibles de encontrar en un servidor de búsqueda en línea?
Si la respuesta es sí, ¿hará parte de una estrategia deliberada?
Ser “ingoogleable”, bendición o maldición
Una firma que escogió llamarse a sí misma ‘367’ podría entender que su nombre es como pegarse un tiro en el pie, ya que cuando la gente lo busca en Internet se encuentra con varias rutas de buses antes de llegar a la empresa.
Una situación similar podría enfrentar un persona con un nombre común al tratar de promover sus publicaciones. Mark Smith en un buscador puede resultar en miles de otros Mark Smiths antes de llegar al que realmente es.
Pero hay quienes buscan intencionalmente ser ingoogleables.
Internet, a diferencia de los humanos, tiene una memoria casi perfecta. Por eso es tan útil. Pero esa memoria también puede ser un estorbo para algunos.
Imagine que la fotografía de una situación comprometedora de alguien en la universidad fue subida a internet. ¿Qué pasa cuando por ejemplo esa persona trata de conseguir trabajo como abogado?
Para situaciones como esas, existen compañías dedicadas a sacar gente de las listas de los buscadores en línea.
“La ingoogleabilidad significa cada vez más privacidad”, dice Cameron Hulett, director ejecutivo de marketing digital de la empresa Undertone.
“Hay firmas que manejan la reputación en línea de las personas, aunque llegar a ser ingoogleable es la forma extrema, porque no se limita sólo a manejar la situación, sino se trata de eliminar todo lo que existe”, agrega.
Luego de eso están además las redes en línea que son una especie de lugares de subasta donde la gente comercia drogas, material erótico y otros asuntos prohibidos.
Sitios web como esos usan softwares para crear redes anónimas. Frente a sitios web cuestionables que son inaccesibles, un buscador puede decidir si restringe el acceso de los usuarios.
Pero el deseo de ser ingoogleable va más allá de estos temas. El profesor Ralph Schroeder, del Instituto de Internet de Oxford, llama la atención sobre los activistas prodemocracia en China que siempre necesitan operar desde el anonimato para evitar ser obstaculizados en sus actividades.
Podría también ser tan simple como un quiz que pretenda evitar la trampa.
Tratar de ser más inteligente que Google fue popular por un rato. El término “Googlewhack” hace referencia a cuando una búsqueda en Google de dos palabras arroja un solo resultado.
El comediante Dave Gorman escribió un libro sobre el tema después de descubrir que una frase en su sitio web “Francophile namesakes” sólo arrojó un resultado.
En la actualidad, sin embargo, mucha gente que usa Google seleccionará una de las opciones que le ofrece el autocompletado del buscador, así que toparse con un Googlewhack es improbable.
Los Paywalls son otro factor. Frecuentemente usados por publicaciones académicas y medios de comunicación como The New York Times o Financial Times, restringen parte de los contenidos -a suscriptores por ejemplo- que pueden ser encontrados en Google.
No existir en Google
Para algunos, ser ingoogleable equivale a ser incognoscible. Se trata de mantener la mística de sí mismo.
Irene Serra escogió deliberadamente el nombre ‘–isq’ para su banda para hacerla difícil de encontrar en línea.
Como el nombre contiene un signo de guión, los buscadores no encuentran resultados con facilidad. La banda tiene un sitio web pero no quiere que sea fácil de encontrar.
“No queríamos dar todo de una sola vez”, dice Serra, “si la gente quería saber de nosotros tenía que hacer un poco más de esfuerzo. Finalmente cuando nos encuentran, tenemos mucho en el sitio”.
Esta condición les permite también mantener el control de todos los dominios de su nombre.
Seb Mower, consultor en optimización de buscadores en línea, dice que incluso las cosas ingoogleables pueden ser encontradas.
La mayoría de la gente que usa Google lo hace con prisa, pero un poco de tiempo para pensar puede mejorar el resultado de la búsqueda.
Por ejemplo, la banda -isq aparece en las listas de Google si se escribe entre comillas en la ventana de búsqueda. Así: “-isq”.
“Donde Google realmente lucha”, dice Mower, “es en mostrar imágenes de texto. Si usted quiere todos los números pasados de la revista Times, ninguna de esa información se podría poner en un índice”.
Para algunos, al parecer, ser ingoogleable es desafortunado. Pero para otros, la ignorancia de los algoritmos de Google es una bendición.