El video del testimonio de Jorge Bergoglio, como arzobispo de Buenos Aires, rindiendo declaración en 2010 sobre la desaparición de dos sacerdotes jesuitas durante la dictadura en Argentina fue difundido por un diario de aquel país.
El 8 de noviembre de 2010, Bergoglio aseguró ante los jueces del Tribunal Oral Federal 5 que en 1976 se reunió en dos oportunidades con el dictador Jorge Videla y con Emilio Massera, Jefe de la Marina, para interceder por Orlando Yorio y Francisco Jalics, los dos sacerdotes jesuitas que estaban detenidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
“Con Videla (me reuní) dos veces, por lo mismo. Fue muy formal, tomó nota, dijo que iba a averiguar. Le dije que se decía que estaba en la
Marina. La segunda, me enteré quien era el capellán militar que le iba a celebrar misa en su casa, a la residencia del Comandante
en Jefe. Le pedí que dijera que estaba enfermo y que yo lo iba a suplir. Ese sábado, después de la misa le pedí hablar. Ahí me dio la impresión de que se iba a preocupar más e iba a tomar las cosas más en serio. No fue (una reunión)violenta, como la de Massera“, señala el hoy Papa Francisco en la audiencia.
Asimismo, Bergoglio narra el año y las circunstancias en que conoció a Yorio y Jalics, a quienes les había pedido, según refirió el hoy Pontífice al juez, que tomaran precauciones dadas las críticas que entonces recibían de “algunos sectores” los sacerdotes que hacían trabajos pastorales en las villas.
El ahora Papa también señaló que Jalics siempre tuvo con él una actitud “muy comprensiva, creo que él no quiere recordarse de esa época, porque él dice que sufrió mucho, a mí nunca me dijeron, ninguno de los dos que yo podría haber hecho más o menos, ninguno de los dos me reprocharon nada.”
Aquí puedes ver el video de la declaración:
Aquí puedes leer la declaración íntegra de Bergoglio en la causa Esma:
El viernes 15 de marzo, El Vaticano calificó de campaña anticlerical las acusaciones que buscan una conexión con la dictadura militar argentina en el pasado del papa Francisco.
El ruido en torno a la figura de Jorge Mario Bergoglio -hoy Papa Francisco- y su presunta connivencia con el gobierno de facto argentino de 1976 a 1983 llevó al Vaticano a desmentir esas informaciones, que definió como “calumniosas y difamatorias”.
La Santa Sede aludió al secuestro de los sacerdotes jesuitas Francisco Jalics y Orlando Yorio en 1976, cuando Bergoglio era provincial de los jesuitas en Buenos Aires y fue criticado por haber hecho la “vista gorda”.
“No ha habido nunca una acusación concreta y creíble en su contra. La justicia argentina lo ha interrogado una vez, pero sólo como persona conocedora de hechos, pero nunca ha sido imputado por nada”, dijo el Vaticano en un comunicado leído por su portavoz, Federico Lombardi.
“Él (Bergoglio) ha negado de forma documentada, con pruebas, todas las acusaciones. Existen en cambio muchas declaraciones que demuestran cuánto Bergoglio ha hecho para proteger a muchas personas en el tiempo de la dictadura militar en Argentina”, agregó.
En otro comunicado, el padre Jalics, que ahora tiene 80 años, afirmó que se había reconciliado con Bergoglio hace tiempo por ese episodio.
Las opiniones difieren sobre la responsabilidad del nuevo pontífice en torno al oscuro apoyo que la Iglesia Católica argentina brindó a la dictadura, que secuestró y mató a miles de personas en la llamada “guerra sucia” para eliminar opositores de izquierda.