Un policía de Nueva York fue condenado el martes por una conjura para secuestrar y cocinar a varias mujeres con el fin de saborear “su carne de muchacha”, un caso macabro que con frecuencia obligó a los miembros del jurado a considerar pruebas truculentas y pedirles los abogados defensores que separaran la realidad de la fantasía.
El jurado emitió el fallo en una corte federal en el juicio por conspiración para cometer un secuestro del agente Gilberto Valle, un padre de 28 años que reconoció su afición a hablar en internet de canibalismo.
Los abogados de Valle, llamado por los tabloides el “policía caníbal”, no intentaron ocultar sus “aficiones raras“, aunque insistieron que se trataba solamente de una fantasía y destacaron que ninguna de las mujeres sufrió daño alguno.
La fiscalía sostuvo que un análisis del computador de Valle descubrió que adoptó medidas específicas para secuestrar a su esposa y por lo menos a otras cinco mujeres que conocía. Agregó que buscó potenciales víctimas en un banco de datos restringido de la policía, indagó en internet cómo anestesiar a alguien con cloroformo y apareció en el bloque de una mujer tras acordar secuestrarla y por 5 mil dólares de un hombre de Nueva Jersey, que aguarda ahora a ser juzgado.
Valle “dejó el mundo de la fantasía y entró en el mundo de la realidad” dijo la fiscal Hadassa Waxman al concluir sus argumentos. Agregó que la detención del agente en octubre del año pasado interrumpió un macabro plan para “secuestrar, torturar, violar y cometer otras acciones horrorosas con mujeres jóvenes”.
El jurado escuchó a las víctimas potenciales de Valle que intercambiaron inocentes correos electrónicos y textos con él, sin saber que pensaba cocinarlas y comérselas. El gobierno intentó además resaltar que Valle era aún más peligroso por ser policía.
AP