Un grupo bipartidista de senadores ha alcanzado un acuerdo en una iniciativa de ley que podría instituir, por primera vez, prohibiciones federales específicas sobre tráfico de armas y compras mediante testaferros.
El presidente de la comisión de asuntos jurídicos del Senado, Patrick Leahy, dijo que la propuesta de ley establecería fuertes sanciones para quienes compren armas de fuego o municiones con intención de dárselas a alguien más.
La medida también criminalizaría el contrabando de armas hacia afuera de Estados Unidos, una disposición que tiene como objetivo, específicamente, el tráfico de armas en la frontera con México.
Leahy dijo que actualmente no hay una ley federal que defina como crímenes el tráfico de armas ni las compras mediante testaferros (cuando una persona que puede comprar legalmente armas se las transfiere a criminales u otras personas que tienen prohibido poseer un arma).
El proyecto de ley fue redactado por Leahy, sus copartidarios demócratas Dick Durbin y Kirsten Gillibrand, y los republicanos Mark Kirk y Susan Collins.
“La ausencia de una ley federal que defina al tráfico de armas como un crimen en este país es escandaloso”, dijo Gillibrand.
La propuesta de ley será parte del paquete de cuatro medidas de control de armas que será considerado el jueves por la comisión de asuntos jurídicos. Dicha comisión ha tomado la vanguardia en cuanto a la violencia con armas de fuego luego del tiroteo en la escuela de Newtown, Connecticut, en diciembre.
La iniciativa convertirá en crimen transferir un arma cuando una persona tenga “fundamento razonable para creer” que el arma será utilizada en actividad criminal. Mantiene exenciones por transferir un arma como un regalo, o en relación con una rifa o concurso legítimo.
Aunque las leyes existentes consideran un crimen el contrabando de armas adentro de Estados Unidos, la propuesta del Senado también prohibiría el contrabando hacia afuera del país.
AP