Por: Profesora María Esther Saldaña Martínez, Lic. en Educación Preescolar
Para mejorar la educación se debería mejorar las condiciones laborales de los maestros, y no atacarlos echándoles la culpa de todo.
Hay que tener en cuenta que las familias viven en condiciones de miseria y pobreza, y que tratar de educar e instruir a la gente en dichas condiciones es una tarea monumental.
A los gobiernos capitalistas no les importa la gente y menos una educación que forme ciudadanos críticos y analíticos; más bien les interesa obtener plusvalía de donde se pueda y para eso es la educación capitalista: para mantener la hegemonía de la clase dominante, pues no les interesa el desarrollo de las capacidades humanas en todos los aspectos, ya que un pueblo instruido y bien educado sabe elegir a sus gobernantes; mientras que un pueblo mal educado e ignorante no sabe de dónde viene para poder mirar al futuro y guiar su camino.
Estos pueblos mal educados necesitan que los guíen y los capitalistas los guían a la ignorancia y pobreza mental. Ojalá que los maestros nos pudiéramos unir para aplicar un currículum oculto y llevar a cabo la pedagogía del oprimido de Paulo Freire, que va encaminada a que los educandos, familias y maestros se den cuenta de su opresión e ideen formas de salir adelante sin depender de planes y programas de estudio que no resuelven los problemas por los que atraviesan en la vida cotidiana.