La Asociación Nacional de Portadores de Armas se vale de un memorándum del Departamento de Justicia que obtuvo para argumentar en anuncios que el gobierno de Barack Obama cree que sus planes para el control de armas no funcionarán a menos que las autoridades incauten el armamento y requieran que sea registrado a nivel nacional, ideas que la Casa Blanca no ha propuesto ni respalda.
Las aseveraciones de la NRA (siglas en inglés de la asociación) y el hecho de que haya obtenido el memo dejan entrever la batalla sin cuartel que se libra en Washington en torno a las restricciones a las armas de fuego.
El memo, firmado por uno de los principales investigadores del Departamento de Justicia en lo que respecta al crimen, critica la efectividad de las propuestas de control de armas, incluidas algunas de las de Obama. Un funcionario del departamento dijo que el documento es una revisión inconclusa de la investigación sobre violencia con armas de fuego y que no representa la política de la dependencia.
El memorándum dice que requerir el examen de antecedentes penales antes de autorizar más compras de armas pudiera ayudar, pero también pudiera derivar en más ventas ilegales. El prohibir los fusiles automáticos y los cargadores de alta capacidad en el futuro, pero exceptuar aquellos que ya están en poder del público —como ha propuesto Obama_, tendría un impacto limitado porque la gente ya posee muchos de esos artículos.
Dice además que incluso la eliminación total de las armas de asalto tendría poco efecto en reducir las muertes por balazos, porque sólo una pequeña proporción de esos crímenes se cometen con esas armas.
El documento de nueve páginas dice que el éxito de las revisiones generales de antecedentes dependería en parte de “requerir un registro de armas”, y que la recompra de armas que están en manos del público no sería efectiva “a menos que sea a nivel masivo y vaya acompañada por una prohibición”.
El gobierno no ha propuesto un registro nacional de armas, recompras ni prohibir todas las armas de fuego. Pero esos son temas que causan alarma en la NRA y otros grupos defensores del derecho a portarlas, los cuales se oponen firmemente a esas medidas.
Funcionarios del Departamento de Justicia y la Casa Blanca declinaron proveer mucha información sobre el memorándum ni responder oficialmente a preguntas sobre el mismo.
El memo tiene el aspecto de un documento preliminar y se titula “resumen rápido” y evaluación de las iniciativas de control de armas. El gobierno no lo ha publicado oficialmente.
Pero la NRA lo colocó en uno de sus portales en internet y lo cita en anuncios dirigidos a alentar la oposición a los esfuerzos de Obama contra la violencia con armas de fuego. El anuncio dice que “el gobierno considera que una prohibición de las armas no dará resultado si no se hace una confiscación obligatoria” del armamento y piensa que una revisión universal de antecedentes “no dará resultado sin un registro nacional de armas”, ideas que el presidente no ha propuesto ni ha dicho que respalda.
El mes pasado, Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, dijo que ninguna de las propuestas de Obama “va a quitarle un arma a ningún estadounidense respetuoso de la ley”. Otros funcionarios del gobierno han dicho que las propuestas no resultarían en confiscaciones de armas ni registro nacional de éstas.
Un funcionario del Departamento de Justicia que sólo quiso hablar sobre el asunto a condición de guardar el anonimato dijo que el anuncio de la NRA habla engañosamente sobre las propuestas de Obama para el control de armas y que el gobierno nunca ha respaldado un registro de éstas ni su confiscación.
AP*