El papa Benedicto XVI anunció su renuncia debido a su condición física.
El 28 de febrero, Joseph Ratzinger dejará su pontificado y será el día en que comience el periodo conocido como “Sede Vacante”, según las normas eclesiásticas actuales, es decir el cargo de Obispo de Roma queda libre, lo cual sucede el pontífice en turno muere o renuncia válidamente.
Inmediatamente después, los cardenales serán convocados a Roma para asistir a un cónclave, la reunión en la cual será elegido el próximo Papa.
Sólo el Colegio Cardenalicio está capacitado para elegir al Sumo Pontífice de acuerdo a una normativa específica contenida en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, expedida por el papa Juan Pablo II, el 22 de febrero de 1996.
Cualquier persona católica puede ser elegida para ser Papa mientras no excedan la edad de 80 años cumplidos.
La elección se celebra en privado en la Capilla Sixtina por el Colegio de Cardenales y si se llega a un acuerdo lanzan una fumarola blanca, en caso contrario lanzan una negra.
Cuando se logra elegir al Sumo Pontífice se le pide consentimiento y posteriormente se le pide que diga cómo quiere ser llamado.
Posteriormente se levanta el acta de la aceptación y nombre del nuevo Papa.
¿Cómo eligen su nombre de Papa?
Los obispos son libres de escoger su nombre. El primero en elegir un nombre compuesto fue Juan Pablo I, elegido en 1978.
Joseph Ratzinger escogió su nombre de Benedicto XVI debido a su antecesor en el número romano (Giacomo della Chiesa), fue Papa de 1914 a 1922.
Además desde San Pedro (año de 983), ningún pontífice se ha puesto su mismo nombre por respeto al apóstol.
Los nombres más usados por los papas desde Pedro han sido: Juan (23), Gregorio (16), Benedicto (16), Clemente (14), León (13), Inocencio (12), Pío (12), Esteban (9), Urbano (8), Alejandro (7), Adriano (6), Paulo (6), Sixto (5), Martín (5), Nicolás (5), Celestino (5), Anastasio (4) y Honorio (4).
¿Quién podría ser el próximo Papa?
Entre los cardenales que podrían sucederlo en el máximo cargo de la Iglesia católica están Angelo Scola, arzobispo de Milán; Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena y Marc Ouellet, el director canadiense de la oficina del Vaticano para los obispos.
Otro candidato, al que se le asignan menos posibilidades, es el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan. Aunque Dolan es popular y respalda la línea conservadora del Papa, la tradición general en el Vaticano es que la Iglesia no necesita un Papa de una “superpotencia”, como es el caso de Estados Unidos.
Con información de agencias.