Si el Gobierno no hubiera reducido la magnitud de las cifras que se manejaban en México, compraríamos kilos de tortillas de 10 mil pesos, un boleto del metro costaría 3 mil, y por un iPhone pagaríamos unos 11 millones de pesos. Hoy, hace 20 años, el Congreso aprobó recortar tres ceros a las cifras para dar lugar al “nuevo peso” y con él facilitar las transacciones que se hacen en el país.
Facilitar la comprensión de los números y hacer un uso más eficiente de los sistemas de cómputo y contabilidad fueron las razones principales por las que se adoptó la medida, según el informe 1992 del Banco de México. Desde junio de aquel año, el Congreso aprobó la iniciativa que nació del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, para que entrara en vigor el 1 de enero de 1993.
“Más práctico y más sencillo” fue el lema con el que a partir de la segunda mitad de 1992 el Gobierno promovió el uso del entonces “nuevo peso”. Por ese tiempo, todos los comercios debían etiquetar sus productos con los precios vigentes y con los precios como se expresarían a partir del año siguiente.
El 31 de diciembre de 1992 los principales periódicos analizaban la medida y los bancos se preparaban para una jornada de trabajo en fin de semana. El sábado 1 de enero y el domingo 2, muchas sucursales abrieron para cambiar billetes, pero sobre todo, monedas, que cambiaron completamente.
¿Por qué se hicieron nuevas monedas?
Las razones del Banco de México para acuñar las monedas que sustituyeron mil pesos por un nuevo peso, o 5 mil por 5 nuevos pesos fueron que las entonces vigentes eran “poco prácticas” y su costo de producción era elevado.
“Tan sólo durante los tres primeros años a partir de su creación, (el ahorro por acuñar nuevas monedas) será de aproximadamente 195 millones de nuevos pesos. A partir de 1996 el ahorro anual será de alrededor de 85 millones de nuevos pesos”, dice el reporte 1992 del Banco de México.
El documento además presume que las nuevas monedas coincidían aproximadamente en tamaño y peso con piezas de los sistemas monetarios “más prestigiados del mundo”, como el marco alemán o el franco francés. Esas dos monedas dejaron de estar en circulación 10 años después con la entrada en vigor del Euro el 1 de enero de 2002.
Éstas son las “monedas tipo A” que estuvieron en circulación durante esa época y después fueron retiradas.
En cuanto a los billetes, todos conservaron las mismas características gráficas que los anteriores por algún tiempo. Los billetes de 10 mil pesos, por ejemplo, con la figura de Lázaro Cárdenas en tonos verde y ocre permaneció y sólo fueron cambiadas las cifras y leyendas del billete. (Mira los “Billetes tipo A” y los “Tipo B” que estaban en vigor en la época).
Como un ejercicio de memoria, Animal Político rescató de YouTube algunos de los comerciales con los que el Gobierno familiarizó a la población con la llegada del “nuevo peso”. Igualmente, mostramos un video del entonces canal estatal 13, del Instituto Mexicano de la Televisión (Imevisión), donde con un sondeo se demostraba que “recorrer el punto tres ceros” o “quitar tres ceros” a la moneda mexicana, no resultó tan sencillo para todos.
Nota originalmente publicada el 1 de enero de 2013