Este martes se cumplen 40 años desde que un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el aborto en ese país. Una decisión histórica que todavía hoy tiene muchos enemigos y detractores entre diversos sectores del país.
La decisión Roe vs. Wade – como se conoce el caso-, concedió en 1973 a las mujeres de EE.UU. el derecho de interrumpir el embarazo de manera autónoma, hasta el momento de la viabilidad del feto, estimado por la corte en 24 semanas.
En momentos en que la comunidad hispana se encuentra consolidando una influencia política y electoral sin precedentes en el país, hay quienes se preguntan cuál será el impacto que tendrá su nuevo protagonismo en la discusión nacional sobre el aborto.
Ha sido frecuente entre voceros de grupos opuestos al aborto sostener que los hispanos en general son conservadores y comparten muchas de sus posiciones culturales y religiosas.
Esto los haría aliados naturales de grupos que buscan prohibir el aborto al considerarlo una violación al derecho a la vida.
Por ejemplo, Charles Krauthammer, un conocido analista de tendencia conservadora, opinaba recientemente en un editorial del Washington Post que “los hispanos son un integrante natural de los republicanos, …católicos, orientados a la familia y socialmente conservadores (por ejemplo, frente al aborto)”.
Posiciones encontradas
No obstante, los estudios de opinión que se han hecho sobre el tema envían señales confusas acerca de las posturas de los hispanos frente al aborto.
Una encuesta del Centro de Investigación Pew difundida en abril del 2012, indicó que el 51% de los hispanos estaría de acuerdo con que el aborto fuera declarado ilegal en algunos o todos los casos.
Alan Cooperman, Director de investigación del Foro Pew sobre religión y vida pública, habló con BBC Mundo para profundizar en el análisis.
“En general, la opinión sobre el aborto en EE.UU. se ha mantenido estable durante los últimos 20 años. Alrededor del 60% está de acuerdo con que el aborto sea legal en algunos o todos lo casos, frente al 40% que quisiera que esas circunstancias cambiaran”, aseguró el experto.
De modo que en la población general de Estados Unidos, la mayoría sigue apoyando el derecho al aborto.
Sin embargo, las cosas cambian al considerar a los hispanos, particularmente entre ciertos grupos de esa comunidad.
Las mismas estadísticas muestran que 6 de cada 10 (58%) hispanos inmigrantes consideran que el aborto debería ser ilegal. En cambio, en las llamadas segunda y tercera generación de hispanos, entre 18 y 49 años y nacidos en Estados Unidos, sólo 4 de cada 10 estarían de acuerdo con que el aborto fuera ilegal.
“Los puntos de vista de estas dos generaciones de hispanos jóvenes y nativos coinciden con la tendencia del público en general.
Lo que es relevante es la variación en la importancia del aborto comparado a otros temas para los ciudadanos, que en pocos años decayó”, dijo Cooperman.
No es la preocupación principal
Los datos también sugieren que el tema del aborto no es una preocupación central de los ciudadanos en este país.
Según otra encuesta del Pew publicada esta semana, el 53% de los encuestados en la población general de Estados Unidos considera que el aborto no es un asunto importante. De hecho, el porcentaje de quienes lo consideran un asunto crítico descendió del 28% en 2006, al 18% en 2013.
Cooperman no se atreve a asegurar cuáles otros temas son más importantes para los hispanos y los estadounidenses en general, pero dice que podrían estar relacionados con la economía, el empleo, o incluso con el gobierno de Barack Obama.
“Vimos en la encuestas que desde que Barack Obama está en la presidencia la importancia del aborto decayó para la mayoría de las personas. Probablemente la gente se identifica con el gobierno demócrata, se ve a sí misma como liberal”.
Una mayoría polémica
La abogada Luisa Cabal, Vicepresidente de Programas del Centro de Derechos Reproductivos, CRR, una organización estadounidense que promueve el derecho al aborto, es escéptica frente a las encuestas que aseguran que una mayoría de hispanos quisieran que el aborto fuera declarado ilegal.
“En las encuestas, dependiendo de cómo se hagan las preguntas, se dan las respuestas. Lo que demuestran la realidad y los hechos es que una de cada tres mujeres en los Estados Unidos va a tener un aborto a lo largo de su vida”, alega.
Este dato de Cabal coincide con las cifras del Instituto Guttmacher, otra organización que defiende el derecho a abortar, que indican, además, que el 25% de los abortos que se hacen en EE.UU cada año se practican a mujeres hispanas y que el 42% de las mujeres que viven por debajo de la línea federal de pobreza abortan alguna vez.
Sin embargo, Cabal considera que más allá de los hispanos y el polémico porcentaje de la encuesta del Pew, la decisión Roe vs. Wade tiene enemigos que trascienden el factor demográfico.
“La estrategia de los grupos de enemigos en los distintos estados es erosionar el derecho, tratando de pasar restricciones o imposiciones a través de legislaturas, que impiden a las clínicas proveer el servicio de aborto”, opina.
Cabal anunció que esta semana una coalición de instituciones comprometidas con el derecho constitucional al aborto le pedirá formalmente al presidente Barack Obama nominar a jueces a nivel federal comprometidos con la defensa de los derechos constitucionales, y que además promueva medidas federales de las protecciones tal y como las concibió Roe vs. Wade.