La senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, anunció hoy que, a raíz de la matanza de Newtown, Connecticut, reintroducirá en la nueva legislatura que inicia en enero la prohibición de armas de asalto, que expiró en 2004.
“Voy a presentarla en el Senado y la misma iniciativa de ley será introducida en la Cámara de Representantes”, dijo al programa Meet The Press de la cadena NBC.
La prohibición, aprobada en la presidencia de William Clinton en 1994, proscribía la produccción de armas de asalto para uso civil.
Y pese a que en lugares como el Distrito de Columbia se ha buscado prohibir algunos tipos de armas, las iniciativas fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte en 2008.
Dick Durbin, colega demócrata de Feinstein, señaló por separado a la cadena Fox que realizará audiencias sobre el tema la próxima semana, antes del inicio del receso legislativo de fin de año y en medio de las negociaciones sobre el llamado “precipicio fiscal”.
Aunque los demócratas y el presidente Barack Obama son partidarios del restablecimiento de la prohibición de armas de asalto, que expiró en 2004, el tema había permanecido fuera de la agenda del Congreso de Washington debido a la oposición de los republicanos de la Cámara de Representantes.
Expertos anticipan, sin embargo, que la masacre de Newtown, en la que el viernes pasado fueron asesinadas 26 personas, la mayoría niños de primaria, colocará el tema en un nivel de atención nacional pese a que sondeos muestran que los estadunidenses se inclinan por menos restricciones sobre el control de armas.
En 1990 se registró el más alto porcentaje de estadunidenses a favor de legislaciones para restringir el acceso a las armas, con un 78 por ciento del público a favor y apenas 19 por ciento de respaldo a políticas más liberales de acceso a las armas.
Pero desde entonces el apoyo a políticas más restrictivas se ha desplomado, mientras que se ha elevado el apoyo a políticas laxas. En 2010 la ecuación se invirtió: Sólo un 44 por ciento de los estadunidenses favorece leyes prohibicionistas y un 54 por ciento se pronuncia por menos obstáculos al acceso a las armas.
Notimex