Hoy es el último día para el presidente Barack Obama y su rival Mitt Romney antes de las elecciones en Estados Unidos.
El panorama está muy competido y quizá una prueba es que ambos candidatos dedicarán el último día de campaña a visitar nuevamente el estado más reñido de todos: Ohio, el cual ha determinado al ganador de las últimas 12 elecciones.
Las encuestas nacionales muestran a ambos candidatos enfrascados en una de las contiendas presidenciales más cerradas en la historia reciente de Estados Unidos. Pero la mayoría de las encuestas en los estados en disputa —en particular en Ohio, Iowa y Wisconsin— muestran a Obama con una pequeña ventaja. Ello le daría más probabilidades de obtener los 270 votos del colegio electoral necesarios para la victoria. Ningún republicano ha llegado a la Casa Blanca sin ganar Ohio.
En el sistema electoral estadounidense, el ganador no es definido por el voto popular, sino por contiendas estado por estado, por lo que nueve demarcaciones que no son fielmente demócratas ni republicanas se han vuelto extremadamente importantes en una elección tan cerrada.
Ganar un estado le daría a Obama o a Romney los votos de ese estado en el colegio electoral, cuyo número se determina mediante una combinación de demografía y representación en el Congreso.
La cerrada contienda de este año eleva la posibilidad de que suceda lo mismo que en las elecciones de 2000, cuando el republicano George W. Bush ganó la presidencia por una mayoría de votos electorales, pero el demócrata Al Gore tuvo una ligera ventaja en el voto popular.
Tanto Obama como Romney han dicho que el ganador de este año será determinado por cuál de las campañas puede movilizar más simpatizantes hacia las urnas. “Esta será una elección de concurrencia”, declaró el presidente en una entrevista que se transmite el lunes.
Obama necesita el apoyo de las minorías, la comunidad afroamericana y la hispana, para contrarrestar el apoyo de los varones blancos para Romney, pero su campaña sabe que esa sensación de hacer historia al elegir al primer presidente negro que encendió la campaña de 2008 se ha disipado.
El legendario Bruce Springsteen y el rapero Jay-Z acompañarían a Obama para sus eventos del lunes en Ohio.
“Tenemos un trabajo pendiente” y es hacer que la gente salga a votar, dijo Romney a una multitud en Florida el lunes. La gente coreó “¡Un día más!”.
Romney, que se describió como “severamente conservador” en la campaña primaria de su partido, ha cambiado drásticamente en mensajes recientes para atraer al espectro político centrista y resaltar lo que él decía que era su historial bipartidista como gobernador de Massachusetts, estado con tendencia demócrata. Romney sigue insistiendo en que su experiencia como empresario ayudará a arreglar la todavía débil economía estadounidense, un tema primordial para los electores.
Obama se recuperó después de un débil desempeño en el primero de tres debates con Romney y criticó las cambiantes posturas de su contrincante.
La última encuesta nacional de NBC/Wall Street Journal, dada a conocer el domingo, muestra a Obama con 48% de apoyo de posibles electores y a Romney con 47%. El sondeo tiene un margen de error de 2,55 puntos porcentuales.
El último sondeo nacional del Pew Research Center encontró que Obama tiene 48% de las preferencias comparado con 45% de Romney, lo que muestra que el mandatario pudo beneficiarse del manejo que dio a la tormenta Sandy la semana pasada. Obama suspendió tres días de campaña para hacerse cargo del desastre en la costa este. El sondeo del Pew tiene un margen de error de 2,2 puntos porcentuales.
Si las elecciones fueran hoy, un análisis de The Associated Press encontró que Obama podría asegurar 249 votos electorales al llevarse los 20 estados que son sólidamente demócratas o tienen esta tendencia, además del Distrito de Columbia. Romney conseguiría 206, de probables victorias en 24 entidades que son republicanas o tienen esa tendencia.
Por definir quedan 83 votos electorales correspondientes a Colorado, Florida, Ohio, Nueva Hampshire, Virginia y Wisconsin.