La Procuraduría de Justicia de Coahuila negó ayer la existencia de amenazas a la familia del ex gobernador Humberto Moreira antes del asesinato de su hijo, José Eduardo Moreira Rodríguez, ocurrido hace una semana.
El procurador Homero Ramos Gloria desmintió comentarios de Carlos Moreira, hermano del ex gobernador y del gobernador Rubén Moreira, quien dijo en el funeral de su sobrino que habían aparecido mantas en Ciudad Acuña con mensajes de amenaza en los días anteriores al crimen.
Ramos Gloria dijo que la Procuraduría no cuenta con evidencias físicas o fotográficas de la existencia de tales mantas.
Según Ramos Gloria, tampoco la Procuraduría General de la República, la Marina, el Ejército o la Policía de Acuña tiene pruebas de tales amenazas. “No se nos ha registrado nada”, dijo.
Ayer, el gobernador Rubén Moreira reapareció en público tras el homicidio, pero no hizo comentarios sobre el asesinato de Eduardo Moreira.
En sus únicas declaraciones sobre el crimen, hechas en las horas después del homicidio, el gobernador dijo que las amenazas recibidas han sido dirigidas a él, pero “no pensé que se iban a desquitar matando a mi sobrino”.
Ayer se cumplió una semana del homicidio de Moreira y hasta ahora la Procuraduría ha señalado al ex subjefe de la Policía de Acuña, Rodolfo Castillo, como la persona que lo entregó a tres sicarios del crimen organizado, que se encuentran prófugos.
Castillo y otros dos policías de Acuña fueron arraigados y Ramos Gloria dijo que al cumplirse el arraigo se girarían órdenes de aprehensión.
La Procuraduría ha sometido a pruebas de confianza a más de 80 agentes de Acuña y ayer trasladaron a Saltillo a otros 23 para estos exámenes.
Además, 20 peritos y agentes de la Procuraduría General de la República arribaron a Saltillo para corroborar datos de la investigación, pues hacen una indagatoria paralela.
Los agentes llegaron acompañados por elementos de la Marina y realizarán pesquisas en Saltillo, Acuña, Piedras Negras y Sabinas.