El Universal publica que la información de todo mexicano o persona que en México aborda un vuelo con destino a Estados Unidos o que sólo cruza por su espacio aéreo, es cotejada en una base de datos con registros de más de 6 millones de terroristas, sospechosos o pasajeros “sensibles” que tiene el Departamento de Seguridad Interna (DHS) de Estados Unidos. A partir de este mecanismo, las autoridades estadounidenses deciden si un viajero aborda o no el avión.
Este programa denominado Secure Flight es una medida unilateral adoptada por Estados Unidos, como parte de sus esquemas de seguridad antiterroristas, que ordenó la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) estadounidense, y que se aplica desde noviembre de 2010 en México.
De acuerdo con tres informes del DHS consultados por ese diario que fueron entregados entre el 11 y 19 de septiembre pasado al Congreso estadounidense, en los que se detallan los programas, también se anuncia que se reforzarán las medidas: 100% de inspección física a la carga área de vuelos comerciales y se desarrolla una nueva fase del Programa de Seguridad de Visas (VSP).
En materia de seguridad aérea, Estados Unidos aplica controles en promedio para 640 millones de viajeros al año, que es un volumen equivalente a la detección de casi todas las personas que residen en suelo estadounidense, México, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, de acuerdo con el reporte “Después del 9/11TSA Evoluciona para Enfrentar la Amenaza Terrorista”.
Ante este panorama, Secure Flight obliga a todas las aerolíneas que tienen vuelos programados hacia y desde Estados Unidos, o que cruzan por su espacio aéreo, a enviar la lista de sus reservaciones de pasajeros hasta 72 horas antes de la partida, con el nombre completo de quien viaja, como aparece en el pasaporte, con fecha de nacimiento y género, como datos básicos requeridos.
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