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Desde Argentina a Afganistán, sillas que “ayudan a volar”
Desde Argentina a Afganistán, sillas que “ayudan a volar”
5 minutos de lectura

Desde Argentina a Afganistán, sillas que “ayudan a volar”

04 de septiembre, 2012
Por: Dulce Ramos
@WikiRamos 
Foto: Conade

“Jugar al basquet es estar orgulloso de uno mismo, sentir que pasaste una meta que antes no podías pasar”.

Con sus 12 años y su voz cargada de energía, Guido Comparato me cuenta que el baloncesto en silla de ruedas es para él un sueño hecho realidad.

“Yo antes no estaba contento porque quería practicar deporte pero no podía”. Guido juega baloncesto en Buenos Aires gracias a CILSA, una ONG que lleva cuatro décadas dedicada a la igualdad de oportunidades de personas con discapacidad.

Y su silla deportiva es una de las más de 100 que CILSA adquirió de Motivation, la organización de ayuda británica que ya ha transformado miles de vidas desde África y Asia hasta América Latina.

Motivation llevaba dos décadas diseñando sillas de rueda a bajo costo para países en desarrollo cuando recibió un pedido del Comité Paralímpico Internacional, IPC por sus siglas en inglés.

Para democratizar el acceso al deporte, el Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés) solicitó a la organización que creara sillas a bajo costo para baloncesto y tenis. Estas primeras sillas, como la de Guido, fueron lanzadas en 2009 y el nuevo modelo para carrera será presentado esta semana en los Juegos Paralímpicos en Londres.

Lo que está en juego en cada diseño es mucho más que un medio de movilidad. Guido habla con enorme entusiasmo de su silla deportiva, “más liviana, rápida y segura, porque tiene una ruedita atrás y no te caes como cuando jugás en sillas de paseo”.

Como en el caso de Guido, acceder a la silla apropiada puede marcar para muchos la diferencia entre la desesperanza y un nuevo comienzo.

“Sillas para enfrentar la vida”

La nueva silla de carrera sigue el ideal trazado por Motivation desde sus inicios.

Al final de un camino de tierra y en instalaciones cedidas generosamente por el dueño de un establecimiento rural en las afueras de Bristol, en Inglaterra, es palpable la energía positiva de quienes trabajan para hacer sillas como la de Guido una realidad.

“Nuestro objetivo es hacer sillas a bajo costo, pero lo más importante, porque es fácil hacer algo de bajo costo y mala calidad, es que las sillas realmente potencien la vida, la independencia y las habilidades de quienes las usan”, dijo a BBC Mundo David Constantine, uno de los fundadores de Motivation.

Constantine quedó parapléjico a raíz de un accidente hace tres décadas y sabe por experiencia propia cuán importante es tener acceso a la silla adecuada.

“Cuando dejé el hospital con 21 años me habían dado una silla diseñada medio siglo antes, en los años 30. Un año después tuve acceso a lo que se conoce como una silla de estilo activo, donde todo era ajustable y la diferencia fue inmediata e increible”.

El gran cambio no fue la mayor comodidad o facilidad para impulsar las ruedas, sino lo que Constantine sentía por dentro.

“Tenía ganas de salir de mi casa y me sentía orgulloso de mi silla fabricada con tecnología moderna . Lo que intentamos es crear ese mismo sentimiento. Que las personas tengan una silla en la que se sientan mejor sobre ellas mismas, en las que quieran enfrentar cada día, la sociedad, la vida”.

Desde Afganistán a Inglaterra

La organización surgió cuando Constantine y otro de los fundadores estudiaban diseño industrial en el Royal College of Art, que planteó a sus alumnos el desafío de diseñar una silla de ruedas a bajo costo para los países en desarrollo.

Fue el comienzo de una travesía, con innumerables diseños acotados por distintas realidades y circunstancias , desde modelos de madera en Camboya por la escasez de metal, hasta sillas especiales para niños con parálisis cerebral.

Motivation está ayudando a crear la primera liga de baloncesto en silla de ruedas de Uganda, y Constantine, quien tambien es fotógrafo, viajó recientemente a Afganistán para captar el primer torneo local de ese deporte, que contó con la participación de mujeres.

“La Cruz Roja compró 120 sillas y organizó el torneo. Muchos de los jugadores no tienen trabajo y el deporte les cambia la vida. Uno de ellos dijo que cuando estaba en la silla sentía que podía volar”.

Para sorpresa de la ONG, las sillas a bajo costo también facilitaron el acceso al deporte en Inglaterra de jóvenes como Nik, de 16 años, que juega al basquet en el club Escorpiones del Suroeste, en Bristol.

“Antes de que mis piernas empeoraran practicaba netball, hockey y atletismo. Así que puedo comparar y de todo los deportes que jueué el basquet en silla de ruedas es el que más me gusta, porque es el más exigente”, dijo Nik a BBC Mundo.

“El cesto está a la misma altura que en el baloncesto común y se requiere una gran fortaleza en los brazos para lanzar la pelota”.

Acero y aluminio

Para reducir costos, la sillas son ahora fabricadas en China. Las de paseo se venden en unos US$300 y las de básquet en menos de US$700.

Las sillas deportivas no buscan satisfacer la demanda de deportistas profesionales, sino permitir un acceso más amplio a nivel comunitario.

En el caso del básquet, “lo primero que puede notarse es que las ruedas están inclinadas hacia adentro, lo que le da mayor estabilidad, y hay un protector delantero para las piernas por las colisiones entre jugadores. Elegimos acero para fabricarlas porque eso hace que puedan ser reparadas fácilmente”, explicó Jason Williams, integrante de Motivation.

La nueva silla para atletismo, apta para carreras y maratón, es de un material también accesible pero más liviano, aluminio, “ya que en esta disciplina la velocidad es fundamental”, señaló Williams. El asiento puede ajustarse para acomodar las circunstancias de cada atleta y una rueda direccional al frente, con un compensador, permite variar la orientación.

“Que prueben”

En Argentina, Guido sueña con ser técnico en computación y llegar a la primera división de basquet.

Guido no ve la hora de que llegue el sabado, cuando la camioneta de CILSA lo recoge en la casa de su abuela, con quien viven él y sus hermanos, para llevarlo a la practica. Y ya ha viajado con la ong a eventos en otras partes del pais.

“A veces los discapacitados motrices pasan horas mirando televisión, pero él no, el deporte lo hace sentir persona”, me dice sobre su nieto Gloria María Echevarría.

Con sus diseños creados en el medio de un campo en Inglaterra, Constantine y sus colegas ya son parte no sólo de la vida de Guido, sino de la de su abuela.

“Solamente ver la alegría de él me pone alegre a mí y a todos en casa”.

“Está en su silla, pero eso no le quita que juega, tiene sus amigos. Es feliz”.

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Imagen BBC