La última vez que vi sonreír a René Bejarano fue al término de una llamada telefónica en febrero de 2004, como coordinador del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Luego vino el video en cadena nacional en el que se le descubrió retacando fajos de dólares en un maletín y sumiéndolos para que cupieran más; y siguió su encarcelamiento. Anoche, sin embargo, anunció radiante que su corriente interna obtuvo triunfos nunca antes alcanzados desde su inclusión en el PRD y dejó escapar una sonrisa cerca de los ventanales del piso 51 de la Torre Mayor desde donde se tiene todo el dominio visual de la ciudad de México.
Bejarano, quien tomó de la mano a su esposa Dolores Padierna, secretaria general del PRD, se puso frente a un micrófono y resumió su historia reciente en 18 palabras: “Hemos resurgido de una época de adversidad muy dura que nos permitió valorar la relación con la gente”. Y los candidatos ganadores el 1 de julio de su grupo Izquierda Democrática Nacional y algunos periodistas lo elogiaron con aplausos en medio de una elegante cena que consistió en ceviche de pescado y camarones, pollo relleno de champiñones y helado de yogurth con una salsa de frutas.
Entre diputados federales, senadores, y jefes delegaciones y diputados locales en la ciudad de México, IDN obtuvo 62 espacios, 39 más que en el ciclo legislativo que termina este mes de agosto.
“Estamos cerrando este ciclo y abriendo otro. El objetivo fue muy claro, muy exitoso, triunfador… queremos ganar el poder político en México”, aseguró Dolores Padierna, metida en un vestido negro y zapatillas de 10 centímetros, cuyo poder político al interior del PRD creció al conformarse una extraña alianza de ocho corrientes que la apoyaron para arrebatar la presidencia nacional del partido a Los Chuchos y aunque perdieron con el paso de los meses afianzaron amarres y negociaciones políticas en todos los estados del país.
Desde el centro de la pista de baile del Piso 51 ninguno de los dos habló de Andrés Manuel López Obrador. “El 10, 11 y 12 de agosto vamos a celebrar el Congreso Nacional de IDN en el que participarán dos mil delegados de todo país, Estados Unidos y Canadá. Vamos a discutir qué hacer con el PRD y evitar los desgastes mediáticos cada que hay elección interna”, dijo Bejarano, quien llevaba puesto un traje oscuro en tres piezas y los zapatos perfectamente boleados.
Más de 80 periodistas fueron los invitados especiales del matrimonio. “Bejarano está declarándole la disputa del poder absoluto a Los Chuchos”, me dijo un columnista de un diario nacional después de darle un trago a un wiskie en las rocas. Después, Dolores Padierna agradeció la presencia de los reporteros acreditados en diversas fuentes de información como la Cámara de Diputados, Senadores, Asamblea Legislativa de Distrito Federal, jefatura de Gobierno del DF, columnistas y jefes de redacción.
Bejarano se dio tiempo para platicar con cada uno. Presentó y presumió a sus nuevos representantes populares y se puso a bailar sones cubanos con un grupo que tocó en vivo hasta la madrugada del sábado.
El profesor dejó la discreción con que estuvo operando estos meses en todo el país y dejó dudas de que su poder es más inmenso que hace ocho años cuando el empresario Carlos Ahumada le entregó 45 mil dólares de manera irregular a cambio de favores políticos.