Los datos registrados durante los últimos tres años indican que en la Legislatura LXI (2009-2012), el Congreso tuvo dos características primordiales: un gran activismo legislativo y una baja tasa de resolución de asuntos parlamentarios. Lo anterior, de acuerdo con el Reporte Legislativo, presentado ayer por Integralia.
En la Cámara de Diputados, la legislatura que termina es la que más iniciativas ha enviado en los últimos 24 años. Aunque, visiblemente, a mayor número de iniciativas, la tasa de aprobación disminuye, sin embargo, en una comparación en números reales, también bajó la resolución de iniciativas en números absolutos, pues en la Legislatura LX y LIX el número de iniciativas aprobadas fue mucho mayor.
Es importante destacar el contraste que existe entre la presencia de los legisladores en las sesiones y el porcentaje de participación en las votaciones. Por ejemplo, en el Senado asisten en promedio el 88.6% de los legisladores, pero solamente participan en las votaciones el 65.8%. Asimismo, en la Cámara de Diputados ocurre un comportamiento similar, asiste en promedio el 84.9% y participa en las votaciones el 68.7%.
A pesar de lo anterior, se puede observar que los legisladores repuntaron en las asistencias a las sesiones e incluso en la participación en votaciones. Además, se redujo la demora en el inicio de las sesiones y se aumentó la duración de las mismas.
Sin embargo, el porcentaje de iniciativas pendientes no puede usarse por sí mismo como una medida de desempeño del Congreso, sobre todo ante el crecimiento de las iniciativas enviadas. Además, tampoco podría usarse como una medida objetiva de productividad el número absoluto de iniciativas aprobados. Una medida alternativa es el tratamiento dado a las minutas, que son iniciativas procesadas que ya pasaron el filtro de la Cámara de origen.
En el periodo de estudio se recibieron 369 minutas en la Cámara de Diputados, de las cuales 174 están pendientes (47%). > Por su parte, en el Senado siguen pendientes 207 minutas de un universo de 448 presentadas (46%).
Cámara de Diputados
Durante la LXI Legislatura se presentaron 3 mil 509 iniciativas en la Cámara de Diputados, siendo el PRI el partido con más propuestas con mil 203, es decir, el 34.2% del total.
En la Cámara de Diputados destaca el Partido del Trabajo (PT), que con sólo 13 integrantes fue el grupo parlamentario que más usó la tribuna, con un total de 3,140 veces, equivalentes al 27% del total.
Por lo que hace al desahogo de asuntos legislativos: 59% de las 3 mil 509 iniciativas presentadas y turnadas a comisiones en San Lázaro quedó pendiente para dictaminarse y votarse en el futuro. Sólo 12.2% fueron aprobadas efectivamente.
Cámara de Senadores
Por otra parte, en el Senado se presentaron mil 584 iniciativas, siendo también el PRI el mayor iniciador con 468 de ellas, equivalentes al 29.5% del total. En esta Cámara, casi el 60% de las 1,584 iniciativas presentadas quedó pendiente.
El Senado mostró mucho menor activismo político pues se registraron menor número de intervenciones en la tribuna, mientras que los senadores la usaron en 3 mil 553 ocasiones, los diputados lo hicieron en 11 mil 624, eso decir, tres veces más.
El trabajo en comisiones
Sólo el 9% de las comisiones de la Cámara de Diputados publicaron su informe final en la Gaceta Parlamentaria en la fecha que marca el reglamento para la entrega (primeros diez días del mes de agosto).
En promedio, las comisiones de la Cámara de Diputados dictaminaron el 51.9% de las minutas que les fueron turnadas. En el rubro de iniciativas, dictaminaron en promedio el 63.9% de las que fueron turnadas.
En el caso del Senado, no existe información oportuna, completa y certera para evaluar el trabajo en comisiones, por lo cual se considera al Senado como una instancia que requiere de mayor transparencia para evaluar su desempeño.
¿Cómo votan los partidos?
En ambas cámaras, la alta unidad partidista de los grupos parlamentarios se hace efectiva al votar iniciativas y puntos de acuerdo.
Durante la LXI Legislatura (2009 – 2012), la unidad en la Cámara de Diputados fue de 93.7%, mientras que en el Senado fue ligeramente más alta, 95.3%. Eso significa que en la mayor parte de las votaciones del Congreso, nueve de cada diez legisladores de un partido votan en el mismo sentido.
Faltan indicadores para calificar a legisladores: Integralia
El trabajo fundamental del Congreso en México se da en las 172 comisiones que existen en el Senado y en la Cámara de Diputados, sin embargo, la información para analizar su trabajo es insuficiente.
De acuerdo con el tercer Reporte Legislativo presentado por la sociedad civil Integralia, encabezada por el ex Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, someter a evaluación la calidad del trabajo de los legisladores es un reto cuando se carece de indicadores estandarizados que faciliten la rendición de cuentas del Congreso, cuya meta más importante es aprobar leyes de calidad.
“Lo que importa no es el número de iniciativas que se cocinan, sino la calidad de las que se procesan”, afirmó Ugalde ayer en la presentación del reporte, y en la búsqueda de generar no sólo indicadores para medir la calidad de las leyes, sino con la intención de impulsar la calidad misma, el último número del reporte legislativo, que analiza los tres años de funciones de la LXI legislatura, identifica cinco retos para los diputados y senadores que el sábado inician sus trabajos.
1. Fortalecer el sistema de comisiones
Cada comisión legislativa debe reunirse, por reglamento, por lo menos una vez al mes, por lo que en un panorama ideal, todas debieron tener 36 sesiones en los tres años de legislatura. La información del Reporte Legislativo, que se construye con los propios datos del Congreso, revelan que hubo comisiones que apenas se reunieron una sola vez, como la de Relaciones Exteriores en el Senado, o que no existe información de las reuniones de 17 de las 172 comisiones existentes en ambas cámaras.
“Fortalecer el sistema de comisiones para desahogar en tiempo y forma los asuntos legislativos”, es una de las oportunidades para la LXII legislatura.
2. Dar cumplimiento a las obligaciones reglamentarias de las comisiones
Los reglamentos de la Cámara de Diputados y de Senadores establecen que los senadores que falten cuatro veces a las reuniones de comisiones, deben ser sancionados con descuentos de su dieta o, incluso, con la baja de las comisiones; no obstante, al carecer de información fidedigna de sus reuniones, y dado que incumplen con la publicación de sus informes anuales y sus memoras, el reporte deduce que la norma no se está aplicando.
3. Modificación de la regla del quórum del trabajo en el pleno
En la Constitución, como en los reglamentos de las cámaras, la regla del quórum estipula que para el funcionamiento de la sesión, tiene que haber determinado número de legisladores. En la pasada legislatura el quórum se rompió seis veces.
Según las reflexiones del ex Consejero Presidente del IFE, cuando hay un congreso que “habla mucho” y se obliga a que los legisladores estén escuchando los mensajes, existe una repercusión en el funcionamiento de las comisiones y en el tiempo que los legisladores dedican a ellas.
“La regla del quórum –propone el documento—debe aplicar para votaciones y comparecencias. Que alguien pueda usar la tribuna aunque sólo haya tres diputados presentes”.
4. Mejorar el diseño y publicación de indicadores para evaluar el trabajo legislativo
Como no hay indicadores estandarizados para evaluar la calidad del trabajo legislativo, nadie presta la atención necesaria, afirma Ugalde.
“En la mediad en que hagamos una labor de seguimiento, vamos a empezar a constuir una cultura de la exigencia”.
A pesar que el Reporte Legislativo detecta mejoría en el desempeño del Congreso en rubros como en la puntualidad con la que inician las sesiones, o la participación en las votaciones, aún persisten vacíos informativos, plazos incumplidos y dispersión de datos que dificultan el acceso a la información.
5. Transparentar el uso de los recursos financieros
“Es una incongruencia pedir que el Congreso pida al Ejecutivo que rinda cuentas, pero que no sea capaz de transparentar el uso de sus recursos”, afirma Ugalde.
Una de las “mayores islas de opacidad” en el país es la subvención a los Grupos Parlamentarios, que en la legislatura que concluye ascendió a mil 190 millones de pesos y, por acuerdos internos, los legisladores decidieron que el fondo no puede ser revisado por la Auditoría Superior de la Federación, de tal manera que se desconoce la forma en como se ejerció ese dinero en los tres años de trabajos legislativos.
Para conocer más del análisis del Pleno, los legisladores, los grupos parlamentarios y los indicadores estatales al término de la LXI legislatura, descarga la versión íntegra del tercer Reporte Legislativo.