Se le conoce como el “crimen de Facebook” y tiene conmocionada a Holanda: tres menores de edad deben responder ante la justicia por el asesinato de otra joven a causa de unos comentarios publicados en la red social.
Según la acusación, uno de ellos mató a una joven de quince años, Joyce Winsei Hau, a pedido de los novios Polly y Wesley, debido a unos mensajes sobre el comportamiento sexual de la pareja que la asesinada colocó en Facebook.
El suceso ocurrió el pasado mes de enero y el juicio a los presuntos responsables del crimen comenzó esta semana en la ciudad holandesa de Arnhem con la comparecencia del supuesto autor material del crimen, quien sólo está identificado como Jinhua K.
La fiscalía pidió para Jinhua la pena máxima que se puede imponer a un menor de 16 años en Holanda: un año de detención en un centro penitenciario para jóvenes y dos años de libertad vigilada que podría prolongarse hasta siete años, mediante un mecanismo judicial típico del sistema holandés.
La comparecencia de los otros dos jóvenes, Polly y Wesley, que estaba prevista para este martes y miércoles, fue pospuesta a petición del abogado defensor para dar tiempo a que psicólogos examinen y dictaminen cuál es su estado mental.
El tribunal dictará sentencia para Jinhua el 3 de septiembre. Se desconoce cuándo se retomará el proceso contra los otros dos acusados.
Más allá de los elementos escabrosos del crimen, otros factores le dan un carácter muy especial a este caso. Los jueces han decidido ir contra la costumbre legal holandesa y se está llevando a cabo en público, pese a que implica a menores de edad.
Los usos de internet
Normalmente, los procesos judiciales contra menores de edad en Holanda se celebran a puerta cerrada para preservar la intimidad del acusado(a).
Según informa desde La Haya la periodista de la BBC Anna Holligan, el tribunal de Arnhem decidió que el proceso contra Jinhua K. sea público.
Los tres jueces de menores que tratan el caso opinaron que el interés de que la sociedad conozca los detalles del proceso pesa más que el interés personal del acusado.
El juicio de Polly no será público, tras los informes presentados por un psicólogo y un psiquiatra.
Otro componente particular es el papel que jugaron las redes sociales en el caso. Los comentarios escritos por Winsie en Facebook habrían su condena.
Incluso la red social habría servido a los tres acusados para ponerse de acuerdo y planificar el crimen.
El uso de internet y las redes sociales por parte de los jóvenes es lo que más preocupa a Chun Nam Hau, padre de la joven muerta.
Hau se presentó el lunes ante el tribunal, dijo que quería mirar al principal acusado a los ojos, y expresó su deseo de que la muerte de su hija ayude a otras personas. En una carta abierta, denunció la creciente violencia de los jóvenes.
“Me pregunto cada día cómo esta gente pudo matar a mi hija por un disputa. Me doy cuenta de que los jóvenes son cada vez más violentos. No tienen respeto. No piensan en los demás. Espero que Uds., como jueces, políticos, padres, y nuestra sociedad entera actúe para detener esto”.
“Las pequeñas cosas se pueden ir de las manos a través de internet. Se debería hablar sobre esto, en la escuela, por ejemplo. Espero que este caso ayude a despertar a la gente”, subrayó.
¿Matar al mensajero?
Conforme se empieza a buscar más información, surgen muchos otros casos en los que las redes sociales estuvieron de alguna forma implicados en sucesos trágicos.
En Estados Unidos hay varios ejemplos.
En febrero, Marvin Enoch “Buddy” Potter Jr. y Jamie Lynn Curd fueron detenidos en el estado de Tennessee acusados de matar a Billy Clay Payne y Billie Jean Hayworth porque habían dejado de ser amigos en Facebook de Jenelle Potter, hija de uno de los sospechosos.
Otros dos jóvenes, James Ayers y Nicole Okrzesik, fueron arrestados el pasado marzo en Fort Lauderdale (Florida) acusados de matar a Juliana Mensch. Fueron descubiertos por los mensajes que se habían escrito, también en Facebook.
Y en el estado de Texas, un hombre fue denunciado por haber golpeado a su mujer supuestamente porque esta no había hecho click en “Me gusta” a un comentario que publicó él sobre el aniversario de la muerte de su madre.
Sin embargo, advierten los expertos, no se debe convertir a Facebook u otra red social en el chivo expiatorio de los crímenes actuales.
Lo que sí recomiendan quienes trabajan con jóvenes y menores es que los padres o adultos responsables de ellos no pierdan de vista qué uso hacen de las redes sociales y cuál es su comportamiento en internet.
El periodista holandés Jeroen Mirck expresa sus reservas a que se hable en todos los medios del “crimen de Facebook”, aunque comprende que son nombres que captan la atención del público.
“Prefiero que se dediquen esfuerzos a enfrentar el problema de los comportamientos asociales y no a luchar contra las redes sociales”, escribe Mirck en su columna de opinión en el sitio joop.nl.
“Facebook no mata a nadie”, recuerda Mirck, “no disparemos al mensajero”.