Reforma publica que Gabriel Ábrego García, acusado de traficar armas y explosivos del Ejército a cárteles de la droga, no sólo era funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública federal, también es prestador de servicios de la Procuraduría General de la República (PGR).
Ábrego García, “El Venadito”, obedecía a tres amos de manera simultánea: al grupo criminal de La Resistencia, conformado por integrantes de los cárteles del Golfo, Milenio y la Familia para quienes presuntamente traficaba armamento, según consta en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIORPIFAM/148/2011; así como a la SSP federal desde 2006 y, además, es prestador de servicios de PGR.
Aunque la SSP y la PGR han sido las responsables de la indagatoria en contra de Ábrego García, ambas instituciones han ocultado que era funcionario público y proveedor del propio Gobierno federal durante el mismo periodo en que se supone proveía de armas, cartuchos y explosivos a La Resistencia.
Al trabajar en ambas dependencias, Ábrego García tuvo acceso a información privilegiada que pudo haber proporcionado al crimen organizado. Sin embargo, ninguna ha rendido cuentas de cómo ingresó a sus filas, quién lo recomendó y si contaba con cómplices en el interior de las instituciones.
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