El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, dijo que ya convocó a una reunión con autoridades estatales, federales y representantes de la diócesis de Cuautitlán para ver si reabrirán la Casa del Migrante San Juan Diego o la reubicarán.
En entrevista radiofónica, Ávila explicó que la diócesis de Cuautitlán cerró la casa del migrante porque ya no había espacio suficiente para atenderlos.
En la reunión con autoridades federales y representantes de esta diócesis, revisarán si reabren o reubican la casa del migrante, tomando en cuenta también la seguridad de los vecinos, porque, explicó Ávila, hay quejas de que algunos migrantes llegan a delinquir.
Hoy, el obispo Guillermo Ortiz Mondragón dijo a Milenio que el cierre del albergue es temporal, y explicó que esta decisión se dio porque el pasado 7 de julio llegaron tres camionetas y se estacionaron cerca de la Casa del Migrante para distribuir alimentos. “Las personas que iban en ellas no tienen ninguna relación con la Iglesia”.
“En ellas iban algunos migrantes ya estacionados en distintos municipios, algunos con problemas de drogas y alcohol. Una de las camionetas se estacionó frente a una casa, bloqueando la salida. Una señora salió y pidió que movieran la camioneta, pues necesitaba el acceso a su casa. Ahí comenzó el conflicto.
“Voluntarios de la Casa San Juan Diego pidieron a la persona que organizaba esta distribución de alimentos que se alejaran un poco, pues podrían causar problemas. No hicieron caso y por el contrario, algunos de los ocupantes de las camionetas comenzaron a agredir a los vecinos. El conflicto creció”.
Con información de Milenio.