El narcotraficante apodado Fritanga no estaba muerto sino de parranda.
Y la noticia de su captura, en plena fiesta de celebración de su matrimonio, parece ser en estos momentos el principal tema de conversación en Colombia.
No es para menos: para celebrar sus esponsales, Camilo Torres Martínez alquiló una paradisíaca isla caribeña ubicada en un parque nacional y contrató a famosos cantantes y agrupaciones musicales.
Y entre los invitados a su extravagante fiesta en la isla Múcura, situada a dos horas en lancha de Cartagena, también figuraban reconocidas actrices, modelos, presentadores de televisión y hasta algunos funcionarios.
Nada mal si se considera que “Fritanga” es un destacado miembro de la banda de los Urabeños, solicitado en extradición por Estados Unidos en octubre de 2010 y oficialmente difunto desde diciembre de ese mismo año.
“Relación comercial”
El presunto narcotraficante fue capturado el pasado fin de semana, cuando los invitados a su boda ya llevaban ocho días celebrando.
Pero es hasta ahora que se están conociendo los detalles de la extravagante celebración, valorada en más de 2.000 millones de pesos colombianos (unos US$1,1 millones).
Según algunos testimonios, los invitados -más de 200- llegaron incluso a pensar que el operativo policial era parte del espectáculo.
Y con la publicación de los nombres de algunos de los más famosos invitados también han surgido preguntas sobre la naturaleza de su relación con el supuesto cabecilla narco.
“La verdad jamás me pongo averiguar, ni a sacarle las tripas a quien le toco. Yo necesito trabajar! Allá los q tengan problemas con la jcia (justicia)”, fue la explicación que dio a través de su cuenta de Twitter el cantante de vallenato Silvestre Dangond.
“Yo soy cantante del pueblo pa el q me contrate!!”, afirmó.
Una explicación similar ofreció el agente del también cantante de vallenato Jean Carlos Centeno.
“No tenemos capacidad para revisar los antecedentes de las personas que nos contratan”, dijo.
Relaciones peligrosas
Para algunos, sin embargo, la fiesta pone en evidencia una preocupante cercanía entre algunos sectores de la farándula colombiana y el narcotráfico, reminiscentes de los mejores tiempos de Pablo Escobar.
Y esa no es la única conexión que preocupa a las autoridades colombianas, que también están investigando a la notaría que expidió el certificado de defunción de Torres Martínez.
La isla Múcura, donde está el lujoso hotel Punta Faro, alquilado por Fritanga para su celebración, es además propiedad del estado colombiano.
Y el hecho de que el cabecilla de los Urabeños se sintiera lo suficientemente confiado como para organizar semejante celebración también ha generado muchas preguntas.
“Fritanga”, por su parte, ahora tiene que preocuparse de su posible extradición a Estados Unidos y, claro está, de la postergación de su noche de bodas.
Pero eso sí, lo bailado nadie podrá quitárselo.