Legisladores locales que lograron brincar a un nuevo cargo de elección popular tienen abandonados los trabajos legislativos y siguen gozando de su dieta.
Son al menos 16 de los 30 diputados “chapulines” de la Asamblea Legislativa que consiguieron un nuevo puesto mediante el voto directo, pero sin dejar la curul que detentan en Donceles.
Las ventajas que les proporcionaron los vacíos en los Códigos Electorales federal y local les permitieron hacer campaña sin pedir licencia y seguir cobrando sus 68 mil pesos mensuales de dieta.
La lista la encabeza la presidenta de la Comisión de Gobierno, Alejandra Barrales, quien compitió por un escaño en el Senado y ganó.
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