La Jornada publica hoy que un fraude financiero que algunos consideran podría ser el más grande de la historia e impactó potencialmente a millones de ciudadanos alrededor del mundo está generando un escándalo internacional e implica a por lo menos una decena de las empresas financieras más poderosas del planeta, así como a autoridades reguladoras del sector financiero y hasta al secretario del Tesoro de Estados Unidos.
El escándalo gira en torno de la manipulación de la llamada tasa Libor (Tasa Interbancaria Ofrecida de Londres) entre 2007 y 2009, en plena crisis financiera. La Libor se establece por un panel de bancos que determinan, bajo la Asociación de Banqueros Británicos, la tasa internacional que los bancos se cobran entre sí para prestarse dinero, pero afecta a todo el mercado de valores y deuda, ya que se emplea a nivel mundial para fijar tasas desde préstamos escolares, tarjetas de crédito e hipotecas hasta derivados de tasas de interés, entre otras cosas. La tasa afecta contratos financieros valuados entre 360 billones a 800 billones de dólares a nivel mundial (según diversos cálculos de medios especializados en finanzas).
“Si fueron exitosos los intentos por manipular Libor… entonces esto sería el fraude de valores más grande de la historia, que afecta a inversionistas y prestamistas alrededor del mundo”, afirma The Economist. Documentos divulgados la semana pasada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York indican que órganos reguladores del sector financiero en Estados Unidos e Inglaterra estaban enterados de problemas en la manera que se determina la Libor. Barclays, el segundo banco más grande de Inglaterra, negoció un acuerdo con las autoridades pagando 450 millones de dólares a autoridades bancarias estadunidenses e inglesas por su papel en manipular la Libor, pero más de una decena de otros grandes bancos internacionales siguen bajo investigación.
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