Reforma publica que cuanto más paran, mejor les va a los maestros de Oaxaca, quienes prácticamente secan las arcas estatales con sus demandas.
En contraste, los que pierden son los niños que se quedan sin clases: un millón 200 mil estudiantes, y las finanzas estatales, las cuales registran un déficit de 2 mil 900 millones de pesos al año en recursos para la educación.
De acuerdo con un balance del Gobierno de Oaxaca, en los últimos seis años se ha perdido el equivalente a un ciclo escolar completo por la suspensión de labores de los profesores que de esa manera exigen mayores salarios y prestaciones.
El documento señala que por paros se ha contabilizado 198 días hábiles perdidos, y el calendario escolar de la SEP establece 200 jornadas por año lectivo.
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