La Jornada publica hoy que la difícil situación económica en la que se encuentran millones de mexicanos producto de políticas públicas deficientes agrava la situación de miles de hogares que diariamente afrontan el cobro excesivo de tarifas de electricidad, coinciden expertos. Tan sólo en el primer cuatrimestre del año, 4 mil 216 personas interpusieron quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), por errores de cálculo, cuota extraordinaria y negativa para corregir facturas.
Especialistas entrevistados coinciden en que las principales causas del encarecimiento de la electricidad son los cobros estimados; la importante compra de energía a empresas extranjeras; el robo de electricidad, sobre todo de empresas medianas; la política de importación de gas natural –combustible con precios sumamente inestables– y la expansión de la infraestructura eléctrica mediante el endeudamiento con constructores privados a través de Pidiregas. Cabe recordar que desde 1992, hubo reformas regresivas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Esas reformas, cuya autoría se adjudican a Alfredo Elías Ayub, permitieron el inicio de la privatización eléctrica soterrada, mediante la creación de figuras anticonstitucionales, como las de productor independiente de energía y de autoabastecimiento. La privatización iniciada en 1992 fue reafirmada para generalizarla a todas las fuentes, renovables y no renovables, de energía.
A la Comisión Reguladora de Energía (CRE), entidad propuesta por el Banco Mundial para privatizar ciento por ciento de la generación eléctrica, se le fortaleció, otorgándole facultades adicionales. Posteriormente el proyecto de privatización de la CFE continuó con el gobierno de Vicente Fox, en el que se demostró que la continuidad del proyecto de privatización de la industria eléctrica mexicana surgió de la computadora personal de Ricardo Charvel, entonces director de estrategia y de relaciones gubernamentales de la tristemente celebre Enron en México. Es importante recordar que Alfredo Elías Ayub fue director general de la CFE desde enero de1999, en el gobierno de Ernesto Zedillo, y en la gestión de Vicente Fox, y ratificado por Felipe Calderón hasta marzo de 2011, cuando se retira del cargo.
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