Un reporte de campo realizado por la consultora en seguridad Southern Pulse describe cómo Acapulco representa el futuro del conflicto por drogas en México, en el cual, pandillas callejeras con mucho poderío -descendientes de los grandes cárteles- son cada vez más los responsables de mucha de la violencia. Las pandillas que actualmente pelean por el control de su territorio se hacen más pequeñas y cada vez hay más.
El reporte se Southern Pulse, llamado El ambiente criminal de Acapulco: Junio 2012, fue publicado esta semana en un resumen de Insight Crime, donde se analiza los últimos años de la experiencia de la zona metropolitana de Acapulco, donde se ha experimentado uno de los más altos niveles de violencia criminal en el país. Esta ciudad presenta un caso interesante donde dos pequeñas organizaciones criminales han peleado por el control territorial de la ciudad con el apoyo externo de cárteles mucho más grandes y operando a nivel nacional. Acapulco también da una panorámica del ambiente criminal y cómo evoluciona y cómo las organizaciones se adaptan y, finalmente, presenta un reto de seguridad pública que ni el gobierno mexicano o muchos de los negocios internacionales están preparados a confrontar.
El trabajo de investigación de Southern Pulse ha revelado que mientras hay múltiples niveles de criminales y actividades pandilleras operando a lo largo de Acapulco, las zonas de mayor control criminal se organizan así, de acuerdo con el reporte de Southern Pulse:
• Nivel uno: Organizaciones criminales trasnacionales, por ejemplo, el cártel de Sinaloa y Los Zetas.
• Nivel dos: Grupos criminales regionales que la agencia ha llamado “pandillas callejeras superpoderosas” o “superpandillas”, consideradas por algunos analistas como cárteles, por ejemplo, el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA).
• Nivel tres: Pandillas callejeras focalizadas. Criminales de poco tiempo y oportunistas, grupos de menos de cuatro o cinco individuos.
La investigación de Southern Pulse ha encontrado que cárteles del nivel uno operan con capacidad indirecta en Acapulco. Southern Pulse ha visto sólo una acción directa de algún cártel en la ciudad, la cual consistió en asesinatos en los que se dejaron mensajes firmados por el cártel de Sinaloa en abril de este año. Mientras que la ciudad se localiza en una zona disputada por muchos cárteles, la proximidad a territorios del cártel de Sinaloa ha resultado en una crecida actividad de este grupo. Sin embargo, el reporte revela que Los Zetas y el cártel del Golfo también operan en la ciudad de forma indirecta a través del apoyo de las superpandillas.
Históricamente, la organización de los Beltrán Leyva operaba en la ciudad, pero el grupo ya no mantiene asegurado ningún territorio en el estado de Guerrero. De hecho, los dos grupos más prominentes en Acapulco son ahora La Barredora y el CIDA, organizaciones que se desprendieron de los Beltrán Leyva. Dado el alto nivel de actividad de las superpandillas y el relativamente bajo nivel estratégico de la plaza, cuando se compara con Nuevo Laredo y Monterrey, Southern Pulse analiza que es improbable que los cárteles se enfoquen con todas su fuerzas en esta zona en los próximos meses. No obstante, una mayor presencia del cártel de Sinaloa o Los Zetas con actividad indirecta es posible, especialmente a través del apoyoi que pudieran recibir de las organizaciones regionales como La Barredora y el Cártel de Acapulco.
Las nuevas pandillas
La actividad criminal de alto impacto en Acapulco se lleva a cabo principalmente por dos organizaciones regionales: La Barredora y el CIDA. Este ecosistema criminal binario es relativamente simple cuando se compara con el complejo ambiente de Monterrey. Los rivales locales, desprendidas de los Beltrán Leyva operada por “La Barbie” en Guerrero. Both groups rose to confront the weakened South Pacific Cartel and the BLO, which had been fighting for control of Acapulco.
Desde 2011 La Barredora y el CIDA han desplazado exitosamente a los otros grupos que actúan en la zona. La excepción a esto ha sido una actividad ocasional del cártel de Jalisco Nueva Generación, el cual a principios de este años anunció públicamente su presencia en la ciudad de Acapulcoa través de mantas dejadas en las calles y videos de Youtube.
La respuesta del gobierno
En respuesta al número creciente de homicidios resultantes de la lucha entre los dos grupos principales en la zona, los gobiernos de Guerrero y de México implementaron en octubre pasado un operativo de seguridad llamada Guerrero Seguro, que incluyó el despliegue de agentes de la Policía Federal y del Ejército.
En sus primeros meses, Guerrero Seguro fue exitoso en la reducción de la violencia en casi 50%. A pesar de todo, Guerrero Seguro ha afectado a La Barredora y al CIDA en varias formas. El uso de filtros o retenes situados estratégicamente operados por el Ejército y la PF, han llevado a una serie de arrestos dirigidos contra las dos organizaciones regionales que dominan Acapulco. También, una mejor inteligencia llevó a la captura de una parte significativa de la estructura de liderazgo de ambos cárteles. Aún así, La Barredora y el CIDA han probado ser resistentes, ambos grupos continúan operando en Acapulco y probándose uno a otro, a pesar de numerosos arrestos y golpes.
Southern Pulse hace notar que la naturaleza de la actividad criminal ha cambiado desde que el operativo inició. Por ejemplo, en los últimos meses la ciudad de Acapulco ha visto un incremento agudo en el robo de vehículos, cerca a 170%. Es difícil determinar a los grupos implicados, pero la agencia afirma que hay señales de que pandillas callejeras más pequeñas, bajo dirección de las superpandillas, han provocado muchas de estas cifras.
Para Southern Pulse, la situación en Acaulco podría continuar relativamente sin cambios en los próximos meses y mientras algunos de los avances de Guerrero Seguro podrían ser solamente temporales, tales como la significativa reducción de los homicidios violentos, es improbable que esta situación regrese al alto número de homicidios y tiroteos que había antes de que iniciara el operativo.
Como sugiere el número tan alto de robo de autos, la actividad criminal en Acapulco ha evolucionado en respuesta a la presión gubernamental sobre las pandillas regionales como La Barredora y el CIDA. Sin embargo, el continuo resurgimiento de las células de La Barredora y el CIDA sugieren también que mientras la operación ha frenado la actividad criminal, ha sido incapaz de desmantelar completamente a estos grupos y probablemente no ha afectado a los grandes cárteles.
En el caso de Acapulco, las pandillas callejeras son tantas y tan pequeñas que los grandes cárteles y sus alidos regionales -las “superpandillas” no son capaces de mantener el control sobre todas ellas. Sin embargo, su impacto en el ambiente criminal local se mantiene palpable. La investigación de Southern Pulse ha indicado que las “superpandillas” frecuentemente confronta a algunas de las pandillas menores, especialmente cuando cuando se meten con sus operaciones de narcomenudeo vendiendo drogas en esquinas de los barrios sin pagar el requerido derecho de piso.“ La agencia cita el caso de Monterrey, donde la actividad de las pandillas pequeñas es muy alta y los individuos que sobreviven en estos niveles son frecuentemente duros, que conocen las calles, extrmadamente violentos y ambiciosos.
Como se dijo previamente, la formación de las pandillas pequeñas no han presentado un patrón o tendencia clara, sólo hay una consistencia de su presencia y actividad en las orillas del ambiente criminal. Los investigadores y las fuentes de de Southern Pulse afirman que el número de pandillas callejeras pequeñas está creciendo de forma significativa. Estas pandillas están hiperfocalizadas y frecuentemente no se aventuran lejos de su área de influencia, la cual está limitada a una colonia específica. Sin embargo, su impacto es un reto para las autoridades, para quienes el enfoque permanece dirigido contra los cárteles e indirectamente contra las “superpandillas.”
Para Southern Pulse, las pequeñas pandillas callejeras, además de proveer una fuente interminable de talentos criminales jóvenes a las “superpandillas” en Acapulco. Estas pequeñas pandillas se han movido cautelosamente dentro de los espacios que dejaron abiertos por el éxito inicial del Operativo Guerrero Seguro contra La Barredora y el CIDA.