La Jornada publica hoy que la falta de infraestructura para refinar los petrolíferos que consume el mercado nacional, particularmente gasolinas automotrices, le ha costado al país 112 mil 569.2 millones de dólares, además de una cantidad superior a 511 mil millones de pesos en subsidios durante el actual gobierno.
Con base en informes oficiales, el actual gobierno federal gastó 53 por ciento de los ingresos por exportaciones petroleras en la compra de un volumen cada vez mayor de combustibles automotrices que alcanzó su máximo nivel histórico en octubre del año pasado, con 467 mil 400 barriles diariamente, es decir, más de 74.3 millones de litros, suficientes para llenar al tope el tanque de 18.5 millones de automóviles cada día. Esas compras representaron un gasto promedio para el gobierno mexicano cercano a 2 mil 500 millones de dólares mensuales.
Según el más reciente reporte operativo de Petróleos Mexicanos (Pemex), ese aumento en las importaciones de gasolinas coincidió con la más baja producción de gasolinas de las últimas décadas, con un promedio de apenas 367 mil 100 barriles por día, es decir, poco más de 58 millones de litros. Pero además, para evitar que los altos precios internacionales de los combustibles impacten la economía interna del país, el actual gobierno decidió subsidiar los precios de los combustibles para automotores, para lo cual se han destinado 511 mil 627.2 millones de pesos entre 2007 y los primeros cuatro meses de este año, de acuerdo con informes reportados por la Secretaría de Hacienda.
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