Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, quien fue presentado hoy ante una corte de Texas luego de su extradición desde México, enfrentará cuatro acusaciones sobre venta de drogas y la posible confiscación de hasta 100 millones de dólares.
Villarreal Barragán, presunto operador del cártel de los Beltrán Leyva en la unión americana, fue acusado por el gobierno de Estados Unidos de conspirar para distribuir, importar y poseer más de cinco kilogramos de cocaína entre enero de 2006 y septiembre de 2010.
La cuarta acusación corresponde a un cargo de conspiración para lavado de instrumentos monetarios en el Distrito Sur de Texas durante el mismo periodo, según el documento obtenido por Notimex.
El encausamiento fue presentado originalmente el 23 de noviembre de 2010 en la División de Laredo de la Corte de Texas, pero se mantuvo bajo sello hasta el presente año.
La fiscalía federal emitió además una notificación de decomiso criminal de las propiedades del acusado a partir de las primeras tres acusaciones.
Estados Unidos pide el decomiso de cualquier bien adquirido a partir de las ganancias obtenidas por sus actividades de tráfico de drogas, o de cualquier propiedad por hasta 100 millones de dólares.
En este marco, el Departamento de Justicia confirmó la custodia legal de Villarreal Barragán, luego de las versiones iniciales de que el acusado se encontraba en poder de la Administración Federal Antidrogas (DEA).
“Fue extraditado a los Estados Unidos anoche e hizo su aparición inicial en el Distrito Sur de Texas esta mañana”, dijo a Notimex la portavoz del Departamento de Justicia, Alisa Finelli.
La Procuraduría General de la República (PGR) indicó la víspera que el presunto narcotraficante será procesado por la comisión de asociación delictuosa, contra la salud y lavado de dinero.
De acuerdo con investigaciones de autoridades estadunidenses citadas por la PGR, el extraditado fue integrante de un grupo dedicado al tráfico de drogas y lavado de dinero del cártel de Arturo Beltrán Leyva entre 2007 y 2010.
Villarreal Barragán participó en el traslado de millones de dólares estadunidenses, derivados de la venta ilegal de estupefacientes al extranjero, según tales investigaciones.
“El Grande” permaneció en el Centro Federal de Readaptación Social 2 Occidente, en Jalisco, desde diciembre de 2011, cuando la Agencia Federal de Investigación (AFI) tuvo por cumplida la orden de detención provisional con fines de extradición emitida por un juzgado federal.
El operativo de entrega se llevó a cabo el martes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde la AFI entregó a Sergio Villarreal a elementos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos.
Un funcionario de la PGR, no autorizado a ser identificado por nombre por políticas internas, dijo a The Associated Press que “El Grande” ha actuado después de su arresto como un testigo colaborador de las autoridades en investigaciones de narcotráfico.
Añadió que el presunto capo es uno de los testigos que declararon en contra de tres generales y un teniente coronel, quienes la semana pasada fueron detenidos y sometidos a prisión preventiva por presuntamente ofrecer protección al cártel de los Beltrán Leyva.
Villarreal fue capturado por infantes de Marina en septiembre de 2010 en el estado central de Puebla, en uno de los últimos golpes que se dio al grupo de los Beltrán Leyva.
El cártel se dividió a raíz de la muerte de su líder Arturo Beltrán en diciembre de 2009 en una operación de la Marina en las afueras de la Ciudad de México.
Otro de los hermanos, Héctor Beltrán, comenzó entonces una disputa sangrienta por el control del cártel, lo cual derivó en decenas de asesinatos en el centro y sur del país.
La violencia atribuida al crimen organizado y el narcotráfico ha dejado más de 47 mil 500 asesinados en todo el país desde diciembre del 2006, cuando el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas.
Con información de AP