El candidato presidencial de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, presentó un manifiesto de 10 puntos para encabezar una presidencia democrática, ganar el futuro y no reinstaurar pasados superados.
En un manifiesto denominado “Una Presidencia Democrática”, llamó a intelectuales, académicos, políticos de todas las militancias, organizaciones no gubernamentales, jóvenes universitarios y a la ciudadanía en general a dialogar para enriquecer esa propuesta.
Esta mañana he suscrito el Manifiesto por una Presidencia Democrática epn.mx/Lm00zt
— Enrique Peña Nieto (@EPN) May 21, 2012
Durante el acto denominado “Respuestas para transformar a México” negó que pretenda gobernar en la unanimidad, sino construir un México unido y fuerte a partir del reconocimiento y respeto de la diversidad de convicciones e ideas.
Por ello, como primer punto, el abanderado de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) ofreció que de ganar los comicios protegerá la libertad de reunión y manifestación, “pilar de nuestra cultura democrática”.
En el segundo punto del documento, Peña Nieto dijo que será garante de la libertad de expresión, pues todas las críticas al Ejecutivo federal “serán escuchadas, respetadas y tomadas en cuenta”.
En el apartado número tres, el priista se comprometió a impulsar una reforma constitucional para crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de publicidad gubernamental en medios de comunicación.
Ofreció en el cuarto inciso respeto a los derechos humanos como premisa fundamental “en la actuación de las fuerzas armadas y las policías” y a acatar y adoptar de manera pronta las recomendaciones en la materia.
Peña Nieto expuso como quinto punto del manifiesto su decisión de encabezar un gobierno laico, respetuoso de la libertad de creencias y de las prácticas religiosas de todos los mexicanos.
En el sexto apartado del documento, el ex gobernador del Estado de México advirtió que se propone utilizar el poder presidencial como una herramienta para acabar con la discriminación en México.
Requerimos plantearnos nuevas formas de hacer las cosas. Los próximos 6 años son determinantes para consolidar nuestras libertades políticas
— Enrique Peña Nieto (@EPN) May 21, 2012
En séptimo lugar, el abanderado del PRI y del PVEM se comprometió también a respetar la división de poderes, pues “el diálogo y la concertación legítima serán los instrumentos primordiales del gobierno”.
Advirtió, en el punto número ocho, que como presidente no intervendrá en los procesos electorales, salvo para garantizar que existan las condiciones de seguridad y paz para el desarrollo de campañas y jornadas electorales.
Peña Nieto aseguró en el penúltimo apartado del manifiesto que impulsará la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción, “como una instancia autónoma con capacidad de actuar ante casos de corrupción gubernamental en el nivel federal, estatal y municipal a partir de denuncias ciudadanas”.
En el décimo tema, ofreció replantear la relación política entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados y municipios, en un marco de respeto al federalismo.
Aquí el documento íntegro:
Por una presidencia democrática, manifiesto:
Que al recorrer el país durante esta campaña por la Presidencia de la República he escuchado las voces de un México plural, que se expresa con libertad. Escucho el entusiasmo de miles de mexicanos que me manifiestan su apoyo y aspiro a gobernar a la altura de su confianza. También escucho a quienes no están de acuerdo con el proyecto que encabezo. No pretendo gobernar en la unanimidad: quiero que construyamos un México unido y fuerte a partir del reconocimiento y respeto de la diversidad de nuestras convicciones e ideas.
Que a lo largo de las últimas décadas México logró la transición a la democracia. El valor del voto y el respeto al ejercicio de las libertades políticas que hoy como país tenemos es una conquista irreversible lograda por muchos mexicanos, de distintas generaciones, ideologías y afiliaciones políticas. Nuestra democracia no es patrimonio de un candidato o de partido alguno. Nuestra democracia es patrimonio de todos los mexicanos de hoy y mañana, y como tal debemos conservarla y fortalecerla.
Que soy candidato del Partido Revolucionario Institucional, un partido con una amplia base social, integrado por millones de mexicanos trabajadores y comprometidos que están en todas las regiones de México. Pertenezco a una generación que ha crecido en una cultura democrática y quiere seguir viviendo en la democracia. Vamos a ganar el futuro que merecemos, no a reinstaurar pasados que superamos. Hoy, como candidato del PRI, aspiro a ser un presidente democrático.
Creo, como la mayoría de los mexicanos de mi generación, que se debe gobernar en estricto apego a la Constitución y a las leyes, y con respeto a los derechos políticos y las libertades de todos los mexicanos. Para ello expongo en este Manifiesto los principios políticos a los que habré de apegarme, si la mayoría de los mexicanos así lo decide, como Presidente de la República.
Los principios contenidos en este Manifiesto parten de mi convicción de que los próximos seis años serán determinantes para consolidar las libertades políticas de los mexicanos y dar vigor y contenido a nuestra democracia. Propongo a los mexicanos un diálogo abierto y franco para la construcción de una nueva presidencia democrática. Convoco a intelectuales, académicos, políticos de todas las militancias, organizaciones no gubernamentales, jóvenes universitarios y a la ciudadanía en general a dialogar sobre este Manifiesto, enriquecerlo y definir mecanismos que aseguren su vigencia. Les propongo que vayamos juntos a ganar el futuro. Convoco a los mexicanos a construir una presidencia democrática a la altura de nuestras esperanzas.