La Fiscalía de Colombia anunció hoy la expropiación de propiedades del fallecido jefe del otrora poderoso cártel de Medellín, Pablo Escobar, casi dos décadas después de la muerte del capo en una operación policial.
En un comunicado, la entidad señaló que en una primera acción judicial se inició el trámite para expropiar una hacienda en la localidad noroccidental de Rionegro, que figuraba a nombre de un intermediario del ex capo del cártel de Medellín.
“De acuerdo con la investigación, adelantada por un fiscal de la Unidad Nacional contra el Lavado de Activos, se trata del mismo inmueble en el que la Policía incautó cerca de 400 tacos de dinamita en febrero de 1990”, precisó.
Informó que la propiedad quedó a disposición de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), la cual maneja los bienes decomisados a la mafia, para ejercer su administración como depositario provisional mientras continúa el proceso.
Escobar, cuya organización criminal libró a finales de la década de los años 80 una guerra contra el Estado colombiano que dejó más de cinco mil muertos, fue abatido por la policía en 1993 en la ciudad norteña de Medellín.
Al momento de caer abatido por la Policía Nacional en 1993, Escobar era el criminal más famoso del mundo.
Hizo explotar un avión civil, bombardeó el ministerio de Seguridad del gobierno, asesinó a por lo menos un candidato presidencial y libró una guerra contra el Estado que terminó con las vidas de miles de personas, incluyendo decenas de jueces y cientos de policías.
Sin embargo, desde hace un año Escobar se ha convertido en una atracción turística pues guías turísticos en Medellín ofrecen llevar a los transeúntes ”a los lugares donde vivió y murió.” Además uno podría “sentarse en la auténtica motocicleta que Pablo usó por primera vez para traficar droga.”