Milenio señala que apenas 36 horas después de que suscribió el Acuerdo por Morelia y por Michoacán, la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) desconoció los compromisos que asumió en ese documento y confirmó que continuará con movilizaciones para exigir mejoras para los habitantes de las llamadas casas del estudiante, cuyos líderes cada año reciben al menos 175 millones de pesos sin rendir cuentas sobre la forma en que los ejercen.
Así, por noveno día consecutivo, continuó la toma de Ciudad Universitaria y de las preparatorias, escuelas, facultades e institutos de investigación de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Más aún, ahora hay una nueva exigencia: la renuncia del rector Salvador Jara.
En conferencia de prensa, los representantes de 10 casas del estudiante repudiaron el pacto con los gobiernos de Morelia y de Michoacán, así como con los empresarios, bajo el argumento de que solo fue suscrito por representantes de cuatro de esos albergues, que además no estaban facultados para ello, sino nada más para negociar el pliego petitorio que dio origen a esta nueva escalada de manifestaciones.
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