La Cámara de Diputados de Argentina aprobó hoy la expropiación de la petrolera española Repsol YPF, en una jornada histórica en la que se puso fin a dos décadas de privatización de una empresa que fue un emblema del orgullo nacional.
Después de dos jornadas de debate que sumaron casi 24 horas de exposiciones en el recinto, la iniciativa fue aprobada por 207 votos a favor, 32 en contra y seis abstenciones.
Así, a las 21:30 horas locales (00:30 GMT del viernes), el Congreso argentino dio vuelta a la página de una privatización petrolera que se concretó en 1992, en medio de sospechas de sobornos millonarios a los legisladores de entonces.
El debate que concluyó este jueves fue aderezado por el abandono de un bloque de diputados de la opositora Unión Cívica Radical (UCR), quienes se negaron a participan en la votación pese a que su dirigencia nacional les indicó lo contrario.
Las posiciones entre el resto de los legisladores oscilaron entre un apoyo incondicional al proyecto, un respaldo crítico de sectores de la oposición que denunciaron la corresponsabilidad del gobierno en el vaciamiento de la empresa y el rechazo total a la iniciativa.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, presentó el pasado 16 de abril la propuesta de expropiación de Repsol YPF, una empresa que fue estatal hasta 1992, lo que dio inicio a una crisis bilateral con España que ha ido bajando de tono en los últimos días.
El dictamen tuvo un tratamiento legislativo exprés, ya que una semana después del discurso presidencial fue aprobada en el Senado con 63 votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones, por lo que ya sólo restaba el aval de diputados.
La nueva ley declara de interés público y nacional, y como objetivo prioritario de Argentina, el autoabastecimiento energético, así como la explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos.
A lo largo de 19 capítulos, prevé también la recuperación del control de YPF, declarando de interés público y sujeto a expropiación del patrimonio de la empresa, la cual fue intervenida por el Estado desde el pasado 16 de abril.
De esta manera, a partir de ahora el 26.0% de las acciones de YPF serán del Estado; el 25.46 del argentino Grupo Petersen; el 24.99 de las provincias; el 6.43 de Repsol y el 17.09 por ciento cotizará en la Bolsa.
Hasta hace tres semanas, el grupo español tenía el 57.43% de las acciones de la principal empresa petrolera argentina, en tanto que el 25.46 por cierto pertenecía del Grupo Petersen y el resto a pequeños accionistas.
El principal argumento de Fernández de Kirchner para promover la expropiación fue el incumplimiento de inversiones por parte de Repsol, lo que derivó en una brusca caída de las reservas y de la producción energética en el país sudamericano.
Según los datos oficiales, la producción petrolera argentina se desplomó de los 43 millones metros cúbicos registrados en 2002, a los 33.2 millones alcanzados el año pasado.
Con estos niveles de producción, Argentina dejó de autoabastecerse y tuvo que comenzar a importar energéticos, en una crisis que tuvo su máximo nivel en 2011, ya que por primera vez en 17 años, el país tuvo un saldo deficitario energético de tres mil millones de dólares.
Notimex.